Los tubos deben estar sellados herméticamente, con lo cual es necesario utilizar tubos de acero
equipados con juntas de silicona.
Deben estar homologados para la resistencia al fuego, el trabajo bajo presión al mismo tiempo
que para temperaturas entre 200-250º (se aconseja el tubo AISI316 de doble pared aislada ya
que es resistente a altas temperaturas).
Gracias al racor de conexión, la estufa puede conectarse a un conducto nuevo de salida de humos o bien
a un conducto ya existente construido con mampostería o bien metálico, y éste debe estar, obligatoriamente,
aislado. En el caso que la salida de humos ya exista es necesario realizar un control por parte del personal
habilitado para que realice una declaración de conformidad de la integridad y las dimensiones del conducto para
ser conexionado a la estufa antes de su utilización.
La evacuación de humos no se puede efectuar en sitios cerrados o semi-cerrados.
Les recomendamos una limpieza periódica del sistema de evacuación de humo aunque esta esté fabricada
según los criterios indicados por el instalador y/o constructor y con materiales ignífugos y aislados y según
normativa vigente.
Los tubos utilizados para el sistema de evacuación de humos deben ser rígidos, de acero, lijados
interiormente y acompañados de juntas de silicona, deben tener un diámetro mínimo de Ø80mm. La longitud
debe ser calculada en todos los tubos horizontales y verticales, considerando que los codos a 90º son iguales a
1 metro horizontal.
ATENCIÓN
No conexionar el tubo de evacuación de humos a:
Un conducto de humos utilizado por otros generadores de calor (chimeneas, estufas de leña,
calderas...)
A un sistema de extracción de aire
A continuación mostramos una serie de imágenes explicativas de cómo realizar la conexión de la tubería
de humos.
Fig. 2
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