3.3. Combustible
El rendimiento de la estufa depende en gran medida del combustible utilizado. La leña debe estar bien seca (menos
del 20% de humedad), le proporcionará más calor, le será más fácil regular el fuego y mantendrá en mejor estado
la estufa y el conducto de humos. Almacene la leña en un lugar seco, ventilado y protegido de la lluvia, al menos
durante 1-2 años según las condiciones de almacenamiento y el clima de la zona. Utilice piezas de leña abierta,
arde mejor que los troncos de leña. Es mejor que las piezas de leña estén abiertas y tengan una sección, tamaño,
y forma, lo más parecido y uniforme posible entre sí.
Piezas de leña POCO ACONSEJABLE para su uso.
Puede utilizar también troncos de madera comprimida como las briquetas.
Las maderas resinosas como el pino producen mucho humo y hollín afectando negativamente al
mantenimiento del cristal limpio.
No utilice líquidos inflamables para encender, manténgalos siempre alejados de la estufa.
No utilice la estufa como un incinerador, nunca queme plásticos, residuos, basura o desperdicios.
Ventajas de utilizar leña de buena calidad:
Mayor poder calorífico
Mayor control en la regulación del fuego
Ayuda a mantener el cristal más limpio
Ayuda a mantener en mejor estado su estufa y el conducto de
humos
Fuego cálido y radiante
Desventajas de utilizar leña húmeda:
Menor poder calorífico
Ensucia el cristal
La evaporación del agua contenida puede llegar a oxidar las
partes metálicas de la estufa
Aumento de la suciedad en la cámara de combustión y el
conducto de humos
Fuego opaco
Mayor acumulación de humo
Las sobrecargas de leña del aparto acarrean una disminución del rendimiento, pérdida de eficiencia
energética y un desgaste acelerado del aparato. No sobrepase la carga máxima de leña descrita al final
del manual. La sobrecarga del aparato anula toda garantía del fabricante
Piezas de leña procesada, APTA para su uso.
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