4. palanca freno estacionamiento (fig. 4): acciona el freno de estacionamiento y quita la
tensión de la máquina;
5. interruptor general con llave (fig. 9): en la posición 1 permite el cierre de los circuitos
de todas las otras funciones;
6. interruptor cepillos (fig. 9): enciende y apaga el motor cepillos;
7. interruptor motor aspiración (fig. 9): enciende y apaga el motor de aspiración;
8. indicador luminoso rojo baterías descargadas (fig. 9): cuando centellea señala que las
baterías se tienen que recargar inmediatamente;
9. palanca mando grifo (fig. 9): permite regular de modo continuado el flujo de la solución
que llega a los cepillos. Esta operación es independiente del funcionamiento o no del
motor cepillos;
10.mango (fig. 9);
11.mando avance/marcha atrás (fig. 9): tirando de la palanca de la derecha si obtiene la
regulación gradual y continuada de la velocidad de avance; tirando de la palanca de la
izquierda, se regula la velocidad de la marcha atrás;
12.mando regulación velocidad máxima (fig. 9): girando la manopla hay la posibilidad de
fijar la velocidad maxima de la máquina.
7.2.
Montaje y regulación de la boquilla de secado
La boquilla de secado (fig. 10, ref. 1), también llamada squeegee, es el primer
responsable del secado.
Para montarla en la máquina es necesario colocarse delante del mango (fig. 9, ref. 10) y
orientar la boquilla de secado de tal modo que tenga las hojas hacia abajo y la rueda (fig.
10, ref. 2) en la posición indicada en la fig. 10. Compruebe que la placa de sostén (fig. 11,
ref. 1) del squeegee esté alzada (en caso contrario alzarla actuando sobre el
correspondiente pedal (fig. 10, ref. 4)). Afloje los dos botones esféricos (fig. 10, ref. 3),
colocados en la parte central del squeegee e introduzca los dos pernos fileteados en el
soporte (fig. 11, ref. 1); fije la boquilla de secado apretando los dos botones.
Por último, introduzca el tubo de aspiración (fig. 10, ref. 5) en el squeegee.
Las hojas del squeegee tienen la tarea de rascar del suelo la película de agua y
detergente y permitir de este modo un secado perfecto. Con el paso del tiempo, el roce
continuo redondea y agrieta el canto vivo en contacto con el suelo, comprometiendo la
KRÜGER
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Fig. 9
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