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• No limpiar la bicicleta con agua a presión ya que puede producir un
cortocircuito.
• Comprobar con regularidad la presión de los neumáticos.
• Ajustar la tensión de la cadena y engrasar periódicamente.
• Antes de cada uso comprobar la fiabilidad del sistema de frenado.
• Comprobar que los pernos y piezas con movimiento están bien apretados.
• Comprobar periódicamente el estado de los neumáticos y sustituir cuando estén
desgastados.
• Limpiar los puntos sucios con paños húmedos y detergentes neutros. Secar con
cuidado.
• Tratar con aceite lubricante las partes metálicas en movimiento como cadena y
cambios. Nunca aplicar aceite en partes que frenan.
• Es necesario mantener limpios y secos los contactos de carga.
• Para evitar riesgos de incendio o sacudida eléctrica, recargar únicamente en
ambientes con temperatura y humedad controlados. (Nunca por encima de 40º
o por debajo de -20º).
• Si la batería ha sufrido golpes o el cable no está en optimas condiciones, evitar
la recarga.
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