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Cuando las salidas, las líneas de ataque y el (los) ventilador (es) esté listo, se puede
comenzar a meter el aire presurizado. Si es necesario, incluso las salidas pueden
abrirse después de haber puesto en funcionamiento los ventiladores.
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Con el aire presurizado moviéndose entre la entrada y 1a apertura de salida situada
en las ventanas, el humo y el calor existentes en el salón, el pasillo del salón al
cuarto de baño y el dormitorio 2, saldrán rápidamente a través de las ventana del
dormitorio 2 hacia el exterior de la estructura. La efectividad de esta operación está
determinada por el tamaño de la estructura a ser ventilada y la potencia del
ventilador.
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Una vez pasados unos segundos para permitir que se ventile aclare la estructura, la
línea de ataque avanza hacia el interior de la estructura. El reducido humo y calor, y
la mejora en la visibilidad, darán mejor oportunidad a la Brigada de Bomberos de
situarse frente al fuego.
Una vez apagado el fuego, el vapor resultante de la extinción será llevado fuera
junto con el resto del humo y el calor del fuego.
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Así mismo, una vez apagado el fuego, los ventiladores puede seguir funcionando
para ayudar a la Brigada a determinar las causas del fuego y a efectuar las
operaciones de revisión.
Aun cuando la presión positiva puede ser utilizada efectivamente junto con una línea de
ataque, no deberá aplicarse como en este ejemplo en todas las situaciones de fuego.
Se conseguirá una técnica propia satisfactoria, únicamente con una combinación de
entrenamiento apropiado y una cuidada implementación.
MANUAL DE ENTRENAMIENTO
PRESION POSITIVA
TEMPEST