Publicidad
Mantenimiento:
El acero inoxidable es una aleación y en consecuencia expuesta a los ataques de la
oxidación, pero por una serie de elementos aleados en su fabricación dan a estos aceros una
mayor resistencia a la corrosión atmosférica, a los ácidos álcalis y a su oxidación a
temperaturas no muy elevadas.
- La primera recomendación fundamental es la eliminación de las adherencias de
restos, sangre, grasas o de otros líquidos procedentes del cuerpo, mediante lavado con agua
caliente y jabón. Posteriormente se debe proceder a su aclarado y secado con un paño.
- Si el polvo está pegado sobre la superficie, se utilizan productos ligeramente
abrasivos. Si el polvo simplemente está depositado, se lavará con una esponja y se aclarará con
agua limpia y se secará con un paño.
- Por el contrario, si lo que está pegado sobre la superficie es yeso o cemento se
aplicarán productos altamente abrasivos, con un paño de tejido de nylon se aclarará con agua
limpia y de dejará secar. (Nunca utilizar cepillos).
- Para las incrustaciones de cal profunda deberá lavarse con agua diluida al 15% con
ácido nítrico, después se aclarará y secará bien. También puede aplicarse una solución de
vinagre al 25% finalizando con un buen aclarado y secado.
- Cuando hay señales de óxido o manchas por acumulación de suciedad, se limpiará
bien la superficie con un paño suave humedecido con una solución de citrato sódico al 10%
impregnándolo luego con una leve capa de crema blanqueadora, tras la cual se frotarán
vigorosamente las manchas o señales de óxido, seguidamente se hará un buen enjuague y se
secará usando un paño suave y limpio.
- Para la limpieza de huellas de dedos, se atenuarán previamente las huellas mediante
parafina o algún aceite oleoso. También se pueden limpiar aplicando con un paño limpio y
suave, gasolina, acetona, percloroetileno, aclarando finalmente con agua limpia y secando
cuidadosamente.
Publicidad
