INSTRUCCIONES DE SEGURIDAD
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Los alimentos que contienen una mezcla de grasa y agua (por
ejemplo, el caldo) deben permanecer de 30 a 60 segundos en el
horno después de haber sido apagados. Esto es para permitir
que la mezcla se asiente y para evitar que burbujee cuando se
coloca una cuchara en ella, o se añade un cubo de caldo.
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Al calentar o cocinar alimentos o líquidos, recuerde que hay
ciertos alimentos (como la mermelada, el pudín de Navidad y la
carne picada) que se calientan muy rápidamente.
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El calentamiento de bebidas por microondas puede retrasar la
ebullición eruptiva, por lo que hay que tener cuidado al
manipular el recipiente.
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El contenido de los biberones y de los tarros de comida para
bebés se agitará o se sacudirá y se comprobará la temperatura
antes de su consumo, para evitar quemaduras. No calentar los
biberones con la tetina puesta. Quítela si vuelve a introducir el
biberón en el horno.
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Los huevos en su cáscara y los huevos duros enteros no deben
ser calentados en hornos de microondas ya que pueden explotar,
incluso después de que el calentamiento por microondas haya
terminado.
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No cocine ningún alimento rodeado de una membrana, como
yemas de huevo, patatas, hígados de pollo, salchichas, comidas
preparadas y demás sin perforarlos varias veces con un tenedor.
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No intente freír los alimentos en este microondas.
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No cocine demasiado la comida.
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Cuando se calienta comida en recipientes de plástico o papel,
hay que vigilar el horno por la posibilidad de que se encienda.
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