Advertencias
Los audífonos están diseñados para amplificar
y transmitir sonido a los oídos y de esta forma
compensar la pérdida auditiva. Los audífonos
(especialmente programados para cada tipo de
pérdida auditiva) sólo deben ser usados por la
persona para la que están diseñados. No debe
usarlos nadie más, ya que podrían lesionar
la audición.
Use los audífonos siguiendo las indicaciones
de su médico o su audiólogo.
Los audífonos no restaurarán la audición
normal ni mejoran o previenen un daño auditivo
generado por condiciones orgánicas.
No use sus audífonos en áreas con riesgo
de explosión.
Es poco probable que usted tenga una reacción
alérgica a los audífonos. Sin embargo, si
experimenta cualquier tipo de comezón,
coloración, dolor, inflamación o ardor alrededor
de sus oídos, informe a su audiólogo y contacte
a su médico.
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En el caso poco probable que alguna de las
partes se quede dentro del canal auditivo
después de retirar el audífono, comuníquese
inmediatamente con un médico.
Retírese los audífonos cuando se haga
tomografías, resonancias magnéticas o
cualquier otro procedimiento electromagnético.
Se debe tener especial cuidado al usar los
audífonos con una presión sonora máxima que
exceda los 132 decibeles, ya que puede existir el
riesgo de lesionar los restos auditivos. Consulte
con su audiólogo para asegurarse que la salida
máxima de sus audífonos es adecuada para su
pérdida auditiva en particular.
Advertencias sobre las pilas
Nunca deje los audífonos o las pilas al alcance
de niños pequeños ni mascotas.
Nunca ponga los audífonos o las pilas en su
boca. Si se traga un audífono o una pila,
llame a un médico inmediatamente.
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