El flujo de aire puede ser obtenido también de
estancias adyacentes a la de instalación,
siempre que estén dotadas de toma de aire
externa y NO se usen como dormitorio o baño
o donde exista peligro de incendio, como
despensas, garajes, almacenes de material
combustible... respetando exhaustivamente la
normativa vigente.
La entrada del aire que produce la combustión
dentro del inserto se produce a través de un
tubo de Ø50 situado en la parte posterior al
cual se le aplica un filtro de acero (Fig.14).
NOTA: no está permitida la instalación en habitaciones, baños o ducha o donde haya ya
instalada otra calefacción sin un flujo de aire autónomo (chimenea, estufa, etc.) Está
prohibida la colocación en sitios con atmósfera explosiva.
La descarga de productos derivados de la combustión puede producirse de dos formas distintas:
1. Mediante conexión a chimenea o conducto de humos el cual, para un buen
funcionamiento, debe tener un tramo vertical de al menos 1500 mm de alto y tramos
horizontales mínimos, que en total no tengan una longitud superior a 3000 mm con una
inclinación ascendente no inferior al 3%. Además están permitidas un máximo de 4 curvas de
90º. Estas conexiones, previstas por la norma UNI 10683, garantizan la evacuación del humo
de combustión incluso en caso de ausencia momentánea de corriente eléctrica.
2. Mediante chimenea, la cual debe tener unas dimensiones internas no superiores a 200x200
mm; en caso contrario o en caso de malas condiciones de la misma (por ejemplo grietas, mal
aislamiento...) se aconseja meter dentro de la chimenea un tubo de acero inoxidable del
diámetro adecuado que vaya a lo largo de toda la chimenea hasta el final.
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