(incluso cortinas, drapeados, mantas, etc.). MANTENER EL
PANEL RADIANTE ALEJADO DE DICHOS MATERIALES.
Evite que se introduzcan objetos extraños en las aberturas de
ventilación o descarga, dado que los mismos pueden provocar
descargas eléctricas, incendios o daños al radiador.
Los radiadores presentan partes que producen arcos o chispas. Por
tanto no deben ser utilizados en áreas consideradas peligrosas,
como por ejemplo con riesgo de incendio, de explosión, cargadas
de sustancias químicas o de humedad.
No utilizar el radiador sobre superficies blandas, como una cama,
donde las rejillas puedan obstruirse. Durante el funcionamiento,
apoyar el radiador sobre superficies estables, planas, para evitar
que se voltee. Acomodar el cable de manera que el radiador otros
objetos no se apoyen sobre el mismo. No pasar el cable bajo
alguna alfombra. No cubrir el cable con mantas, alfombras u
objetos similares. Poner el cable lejos de áreas de tránsito, donde
no pueda ser desenchufado accidentalmente.
Este panel radiante no puede utilizarse en baños, lavaderos,
alrededor de duchas o piscinas, ni en ambientes internos similares.
Nunca colocar el radiador de manera que pueda caer en pilas u
otros recipientes de agua.
Nunca colocar el radiador sobre el suelo mojado.
De todas formas, evitar que los mandos de regulación queden al
alcance de personas que estén tomando un baño o una ducha.
El aparato de calefacción no debe colocarse inmediatamente
debajo de una toma de corriente.
La toma debe estar conectada a una instalación de puesta a tierra.
Evitar que el cable eléctrico quede en contacto con las partes del
panel radiante sujetas a calentamiento durante el funcionamiento, a
fin de evitar que el mismo se dañe con la temperatura elevada.
No utilizar el radiador al aire libre. No utilizar el radiador frente a
una ventana abierta o cerca de la misma.
ADVERTENCIA: No utilizar el radiador con un programador o
cualquier otro dispositivo de encendido automático, dado que
si el panel estuviera cubierto o posicionado de manera
incorrecta podría provocarse un incendio.
Al primer encendido, el radiador puede emanar un olor leve e
inocuo. Dicho olor es normal y se debe al primer calentamiento de
los elementos de calefacción internos; no volverá a presentarse
durante los usos posteriores.
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