Una buena aplicación está en función del tamaño de la boquilla, de los filtros de la
pistola y de la presión de la bomba. Conjugando estos elementos se podrá obtener un
control importante para pintar una pieza difícil o se podrá conseguir un alto rendimiento
para trabajos seriados.
En el caso de la pistola, igual que en el caso de la bomba, la limpieza exhaustiva
de las partes es vital para el buen estado de conservación de la pistola y para un perfecto
funcionamiento.
Siempre que se pueda, evitar pulverizar productos abrasivos ya que con ellos se
acorta la vida de la pistola. Este extremo no está amparado por la garantía.
Con los productos de dos componentes es importante conocer la vida de la
mezcla de forma que dicho producto no quede catalizado en los interiores del equipo.
Igualmente al realizar la limpieza se deberá usar, no el disolvente que sirve para
rebajar la mezcla sino uno de LIMPIEZA que sirva para ROMPER LA MEZCLA.
La pistola Airless J.200 es un sofisticado sistema de cierre-apertura para el paso
de material hacia la boquilla. Dicho cierre lo realizan la bola de la punta de la aguja al
tocar en el asiento difusor.
Debido a la velocidad y a la presión con la que la pintura pasa por esta zona, el material
del asiento y la bola de la aguja son de carburo de tungsteno.
En el interior de la empuñadura se encuentra el alojamiento del filtro de la pintura.
El racor para la conexión de la manguera es giratorio para facilitar el manejo de la
pistola.
Siempre que se deje de utilizar la pistola, es necesario dejar el gatillo bloqueado.
Para conseguirlo desplazaremos el gatillo hacia adelante y la palanca del seguro colocada
detrás del gatillo la subiremos hacia arriba, con lo que el gatillo queda bloqueado y
aunque lo apretemos hacia atrás el producto no sale.
Recuerde que una menor presión de funcionamiento, siempre y cuando sea
correcta la pulverización, aumenta la vida de las máquinas y mejora la eficacia de
transferencia.
PISTOLA AIRLESS Mod. J.200
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