9.3 LIMPIEZA DEL BRASERO (QUEMADOR)
En función de la calidad del combustible utilizado, se pueden formar incrustaciones que no permitan el
correcto funcionamiento de la estufa, por lo que deben ser eliminadas. Levantar tanto la pieza superior del
brasero como el mismo brasero del soporte donde está situado, y limpiar de posibles incrustaciones que se
pudieran haber formado, prestando especial atención a liberar los agujeros obstruidos con el empleo de un
utensilio puntiagudo si es necesario.
Con un aspirador para cenizas, quitar la ceniza acumulada dentro de la cámara, sacar el brasero y controlar
que los orificios presentes en el mismo estén limpios. También es necesario limpiar el soporte del brasero
aspirando las cenizas existentes.
Por regla general, es necesario realizar esta operación cada 8-12 horas de funcionamiento
de la estufa, aunque con un pellet cuya calidad o porcentaje de cenizas no sean los
óptimos, podría necesitar hacerse con mayor frecuencia.
Antes de encender la estufa, controlar que el brasero esté bien asentado y desplazado hacia el
tubo de la resistencia de encendido.
9.4 LIMPIEZA DEL INTERCAMBIADOR DE CALOR
Es una operación muy sencilla y que no requiere de ningún utensilio, pero que asegura que tengamos un buen
intercambio de calor de la estufa con el aire ambiente.
Se realiza con la estufa fría, y sería conveniente hacerlo antes de cada arranque, o al menos una vez al día.
Para hacer esta limpieza disponemos en el frontal de uno o dos pomos (dependiendo del modelo). Moviéndolos
hacia delante y hacia atrás, desplazamos un parrilla que limpia el intercambiador de calor, eliminando los residuos
de la combustión y garantizando así el máximo rendimiento.
Disponemos de dos pomos en el modelo de 8 kw (ver Figura 9.3) y de uno en de 10 kw (ver Figura 9.4), mientras
que el modelo de 6 no dispone de este sistema.
COD. 83119.00
Fig. 9.1
Fig. 9.2
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07//2015