Combustibles
6.3 Almacenamiento de la leña
Se recomienda cortar la madera durante los meses
de invierno y partirla antes de almacenarla. De esta
manera, la madera se seca considerablemente más
rápido. Antes de quemarla, la madera deberá mante-
nerse almacenada de dos a tres años en un lugar aire-
ado, protegido de la lluvia y limpio. Tras este tiempo
de almacenaje, su porcentaje de humedad residual es
de sólo entre un 15 y un 20 %. Así, calienta de forma
excelente y se quema sin prácticamente emitir conta-
minantes. El mejor lugar para almacenar la leña es
debajo de un tejado o dentro de una cabaña de made-
ra bien ventilada. Si se amontona en cruz, se seca
más rápido. La madera recién cortada o húmeda no
puede almacenarse dentro de un sótano o garaje, ya
que no puede secarse correctamente, sino que enmo-
hece y se pudre. La madera tampoco puede cubrirse
nunca con una lona de plástico, ya que necesita aire y
viento para secarse.
6.4 Calefacción con madera, una solución redonda
La combustión de madera libera dióxido de carbono.
Los árboles y todas las demás plantas necesitan el
dióxido de carbono para crecer y lo absorben filtrán-
dolo del aire. Junto con los minerales que se despren-
den de la tierra y la energía de los rayos del sol, los
árboles forman madera nueva como combustible,
así como el oxígeno que nos permite poder respirar.
Es un círculo cerrado.
© by Ritter Energie- und Umwelttechnik GmbH & Co. KG. Sujeto a cambios técnicos.
Por cierto:
Durante el proceso de descomposición natural se
genera la misma cantidad de CO
desprende durante la combustión.
¡Indicación!
¡La madera no tiene relación con el
efecto invernadero! La madera proviene
de bosques locales y tiene un equilibrio
ecológico positivo.
Fig. 7: el circuito de CO
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que la que se
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