Deshumidificador portátil CTK 240
Condensación del vapor de agua
Aunque al calentarse el aire aumenta
la capacidad de absorción de la
cantidad de vapor de agua máxima
posible, la cantidad de vapor de agua
se mantiene constante y esto provoca
la disminución de la humedad relativa
del aire.
Por el contrario, al enfriarse el aire se
reduce la capacidad de absorción de
la cantidad de vapor de agua máxima
posible, la cantidad de vapor de agua
se mantiene constante y esto provoca
el incremento de la humedad relativa
del aire.
Si la temperatura vuelve a bajar, la
capacidad de absorción de la cantidad
de vapor de agua máxima posible se
reduce hasta situarse al mismo nivel
que el contenido de vapor de agua.
Esta temperatura es la temperatura
del punto de rocío. Si el aire se enfría
hasta alcanzar una temperatura
inferior a la temperatura del punto de
rocío, su contenido de vapor de agua
es mayor que la cantidad de vapor de
agua máxima posible.
Como consecuencia, el vapor de agua
es liberado.
Este se condensa, transformándose en
agua y eliminándose así la humedad
del aire.
El empañamiento de los cristales en
invierno o las gotas de agua en la
superficie de la botella de una bebida
fría son ejemplos de condensación.
Cuanto mayor es la humedad relativa
del aire, mayor es también y más fácil
de exceder la temperatura del punto
de rocío.
El calor de condensación
La energía transmitida del
condensador al aire está compuesta
por:
1. La cantidad de calor absorbida
previamente en el evaporador.
2. La energía eléctrica.
3. El calor de condensación liberado
al condensarse el vapor de agua.
Durante la transformación de
estado líquido a gaseoso es preciso
aportar energía. Esta energía se
denomina calor de vaporización.
No produce un incremento de la
temperatura; solo es necesaria para
la transformación de líquido a gas.
Por el contrario, al condensarse
un gas se libera energía, la cual es
denominada calor de condensación.
La energía del calor de vaporización
y del calor de condensación es la
misma.
En el caso del agua:
2250 kJ/kg (4,18 kJ = 1 kcal)
Esto demuestra que la
condensación del vapor de agua
libera una cantidad de energía
relativamente grande.
En caso de que la humedad
que se desea condensar no se
aporte mediante evaporación
en la propia estancia, sino que
venga del exterior, por ejemplo,
mediante ventilación, el calor de
condensación que se liberará en
este proceso contribuirá a calentar
la estancia. Así pues, en los trabajos
de secado se produce un circuito
de energía térmica que se consume
durante la evaporación y se
libera durante la condensación.
El aire suministrado durante la
deshumidificación prestará una
mayor contribución de energía
térmica que se manifiesta en forma
de aumento de la temperatura.
El tiempo necesario para el
secado no suele depender
solamente de la potencia del
aparato, sino sobre todo de la
velocidad con la que el material
o las partes del edificio liberan la
humedad.
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