4. Deslice la pinza sobre el disco justo detrás de la horquilla delantera. Alinee los orificios
de los barrenos de anclaje y vuelva a insertar los tornillos Allen que sirven de anclaje
hasta que quede ajustado.
5. Levanta la bicicleta del suelo y haz girar la rueda libremente. Si parece que la rueda
está rozando en algún lugar, vuelva a colocar la bicicleta en el suelo y ubique los dos
tornillos de anclaje de la pinza (nota: estos son diferentes a los dos tornillos que usaste
para sujetar la pinza al disco).
6. Afloja ambos tornillos de la pinza hasta que la pinza pueda moverse un poco.
7.
Aprieta la palanca del freno delantero en el manillar y mantenla presionada para
centrar la pinza
8. Coloca una hoja de papel blanca debajo de la rueda y mira hacia el suelo desde arriba
del disco para asegurarte de que esté centrado. De lo contrario, empuje suavemente la
pinza con el pulgar o el dedo y siga mirando hacia abajo para asegurarse de que la
pinza esté centrada sobre el rotor.
9. Levanta la rueda delantera y gírala libremente. Continúa haciendo ajustes si es
necesario.
10. Aprieta los tornillos de la pinza para que queden ajustados, tener cuidado con la
orientación de la llave allen para no dañar las cabezas de los tornillos.
Para modelos con frenos hidráulicos:
En ocasiones, por el largo trayecto desde nuestra producción hasta tu casa, las
balatas de tus frenos pueden llegar pegadas impidiendo que entre el disco.
Si eso te sucede puedes separarlas haciendo uso del desarmador plano que está
en tu Toolkit (o en caso de ser necesario con la parte plana de un cuchillo o una
cuchara. (HAZLO CON SUMO CUIDADO PARA NO DAÑAR LAS PASTILLAS DE
FRENOS).
Una vez introducido intenta mover un poco el instrumento para separarlas y
presiona en repetidas ocasiones las palancas de freno (en tu manubrio) para que el
aceite de tus frenos circule.
1.
Coloca la bicicleta sobre su pie de apoyo
2. Retira el plástico protector del cuadro para evitar rayaduras.
3. Desliza el disco en la pinza de freno.
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