Cada vez que la usemos, una vez fría, es necesario quitar los restos que hayan quedado pegados, porque
si la encendemos otra vez, dichos restos pueden quedarse pegados definitivamente. Usar solo productos
adecuados, evitando los estropajos metálicos, esponjas abrasivas y los detergentes en polvo, ya que
podrían dañar la superficie de cristal. Los spray que sirven para limpiar los hornos tampoco son adecuados
porque son enormemente agresivos y dañosos para la superficie de cristal. Para quitar pequeños residuos
puede usarse un paño mojado o agua caliente con un poco de jabón. Los restos del jabón se quitan con
agua y después hay que secar bien el cristal. Los residuos de cal, causados por el excesivo hervir de los
líquidos, perdidas, etc., se quitan con vinagre, limón o con un producto anticalcáreo. Quitar los residuos de
detergente ya que pueden ser agresivos y estropear el cristal cuando encendamos la placa nuevamente.
Para las incrustaciones resistentes se aconseja utilizar un rascador para cristal (Fig.4), con hoja metálica,
fácil de encontrar en el mercado (ferreterías, etc.). Si accidentalmente cae sobre la superficie del
vitrocerámico restos de placas de aluminio, plásticos, azúcar, etc., deben ser removidos inmediatamente
con el mismo elemento; con ello evitarán daños al cristal vitrocerámico.
Es importante limpiar la superficie del cristal con regularidad para prevenir concentración de restos de
comidas que luego, con las sucesivas cocciones, adquieren una adherencia y dureza importante que obliga
a una limpieza exigente, a riesgo de dañar el cristal.
Existen varios caminos de limpieza según el residuo o mancha:
No utilizar limpiadores de vapor.
PARA CONSERVAR COMO NUEVA SU PLACA DE COCINA
Su placa de cocina ha sido fabricada con un material extraordinario: la vitrocerámica.
Es sólida, más dura que el vidrio al que se asemeja. Sin embargo, ello no le autoriza a subirse encima de la
placa para cambiar una bombilla o a dejar caer un objeto desde lo alto del armario.
La placa resiste al calor y al frío e incluso a los cambios bruscos de temperatura. Así, por ejemplo, se puede
verter agua fría sobre una zona de cocción aún caliente sin que se deteriore.
Además posee un diseño elegante y es de fácil limpieza. Y así lo seguirá siendo, si usted respeta algunas
precauciones y sigue nuestros consejos.
PROTECCIÓN Y CUIDADO
Compruebe cada vez que utilice la placa que el fondo de la olla y la superficie de la zona de
cocción están limpios y secos.
No frote ni deslice las ollas sobre la placa porque pueden producirse ralladuras en la superficie.
Evite pelar verduras sobre la placa ya que los restos de arenilla podrían rayarla.
Utilice ollas suficientemente grandes para evitar el derrame de alimentos sobre las zonas de
cocción de la placa, sobre todo si entre los ingredientes hay azúcar. El azúcar puede dañar seriamente
la superficie del vitrocerámico.
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