Indicaciones de seguridad
obstante, ninguno de los estudios puede responder
a preguntas sobre la exposición a largo plazo, ya
que el período promedio de uso del teléfono en
estos estudios fue de alrededor de tres años.
5. ¿Qué investigaciones se necesitan para decidir si
la exposición a RF de los teléfonos inalámbricos
representa un riesgo para la salud?
Una combinación de estudios de laboratorio y
estudios epidemiológicos de gente que realmente
utiliza teléfonos inalámbricos si proporcionaría
algunos de los datos necesarios. Dentro de algunos
años se podrán realizar estudios de exposición
animal durante toda la vida. Sin embargo, se
necesitarían grandes cantidades de animales para
proporcionar pruebas confiables de un efecto
promotor del cáncer, si existiera. Los estudios
epidemiológicos pueden proporcionar datos
directamente aplicables a poblaciones humanas,
pero puede ser necesario un seguimiento de 10 años
o más para proporcionar respuestas acerca de
algunos efectos sobre la salud, como lo sería el
cáncer. Esto se debe a que al intervalo entre el
momento de la exposición a un agente cancerígeno y
el momento en que se desarrollan los tumores, en
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caso de hacerlo, puede ser de muchos, muchos años.
La interpretación de los estudios epidemiológicos se
ve entorpecida por la dificultad de medir la
exposición real a RF durante el uso cotidiano de los
teléfonos inalámbricos. Muchos factores afectan
esta medición, como el ángulo al que se sostiene el
teléfono, o el modelo de teléfono que se usa.
6. ¿Qué está haciendo la FDA para averiguar más
acerca de los posibles efectos en la salud de la RF
de los teléfonos inalámbricos?
La FDA está trabajando con el Programa nacional de
toxicología de los EE.UU. y con grupos de
investigadores de todo el mundo para asegurarse de
que se realicen estudios de alta prioridad con
animales para resolver importantes preguntas
acerca de la exposición a la energía de
radiofrecuencia (RF). La FDA ha sido un participante
líder del Proyecto de campos electromagnéticos
(EMF) internacional de la Organización mundial de la
salud desde su creación en 1996. Un influyente
resultado de este trabajo ha sido el desarrollo de
una agenda detallada de necesidades de
investigación que ha impulsado el establecimiento
de nuevos programas de investigaciones en todo el