13. Qué hacer en caso de alarma
¡ADVERTENCIA! Si se activa la alarma significa que existe suficiente monóxido de
carbono (CO) como para causarle la muerte.
Si suena la alarma (cada 0,5 segundos y la luz roja destella):
• Manténgase en calma y abra las puertas y ventanas para ventilar la propiedad.
• Deje de usar los aparatos que queman combustible y asegúrese, si es posible, de que estén apagados.
• Evacúe la propiedad dejando las puertas y ventanas abiertas.
• Obtenga atención médica inmediatamente para cualquiera que sufra los efectos tóxicos del monóxido de
carbono (dolor de cabeza, náusea) e informe de que sospecha que se ha producido una intoxicación por
monóxido de carbono.
• Llame al teléfono de emergencia de su proveedor de gas o combustible; conserve el número de teléfono en
un lugar prominente.
• Escriba aquí el número de emergencia de su proveedor de combustbile (a continuación puede ver más
números que pueden resultar útiles):
• No vuelva a entrar a la propiedad hasta que se haya detenido la alarma. Una vez entre el aire fresco, pueden
pasar 10 minutos hasta que el sensor vuelva a su estado anterior y se detenga la alarma, en función del nivel
de monóxido de carbono que se haya detectado.
• No use de nuevo los aparatos hasta que hayan sido inspeccionados por un experto. En el caso de aparatos de
gas, el ingeniero debe inspeccionarlos y certificarlos.
14: Mantenimiento del detector
• Realice una prueba todas las semanas.
• Pase la aspiradora con regularidad para eliminar el polvo.
• Manténgala alejada de disolventes o detergentes y de recipientes de trapos.
• Evite pulverizar ambientador o espray para el cabello cerca el detector.
• No pinte el detector. Si está decorando o utilizando elementos adhesivos cerca de la alarma, retírelo
temporalmente.
• Compruebe la fecha de instalación todos los años para ver si su vida útil (10 años) no ha caducado. Si ha
caducado, sustituya la unidad.
Las sustancias siguientes pueden afectar al sensor y causar falsas alarmas:
Metano, propano, isobutano, isopropanol, etileno, benceno, tolueno, acetato de etilo, ácido sulfhídrico,
hidrógeno, dióxido de azufre, productos con base de alcohol, pinturas, diluyentes, disolventes, adhesivos,
esprays para el cabello, lociones para después del afeitado o perfumes y algunos agentes de limpieza.
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