Apéndices
Apéndice A Medición de gas tóxico:
alarmas de Advertencia, Peligro,
STEL y TWA
Existen numerosas sustancias tóxicas presentes
habitualmente en el sector industrial. La presencia de
sustancias tóxicas puede deberse a los materiales que
se almacenan o utilizan, al trabajo que se realiza, o
bien, pueden generarse por procesos naturales. La
exposición a las sustancias tóxicas puede provocar
enfermedades, daños en el organismo o incluso la
muerte de los trabajadores sin protección.
Es importante determinar los niveles de todos los
materiales tóxicos que puedan estar presentes en el
lugar de trabajo. Los niveles de materiales tóxicos que
puedan estar presentes afectarán los procedimientos y
el equipo de protección personal que se deberá
utilizar. El procedimiento más seguro es eliminar o
controlar permanentemente los peligros a través de la
ingeniería, los controles en el lugar de trabajo, la
ventilación u otros procedimientos de seguridad. Los
trabajadores sin protección no podrán exponerse a
niveles de contaminantes tóxicos que superen las
concentraciones del límite de exposición permitida
(PEL). Será necesario realizar un control continuo
para garantizar que los niveles de exposición no hayan
cambiado de forma tal que exijan el uso de
procedimientos o equipos diferentes o más rigurosos.
Las sustancias tóxicas transportadas por el aire
generalmente se clasifican en función de su capacidad
para producir efectos fisiológicos en los trabajadores
que se exponen a ellas. Estas sustancias tóxicas
suelen producir síntomas en dos marcos de tiempo.
Los niveles de exposición más elevados generalmente
producen efectos inmediatos (graves), mientras que
los niveles más bajos de exposición a largo plazo
(crónica) pueden no producir síntomas fisiológicos
durante años.
El ácido sulfhídrico (H
S) es un claro ejemplo de una
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sustancia altamente tóxica, que resulta
inmediatamente letal en concentraciones relativamente
bajas. La exposición a una concentración de 1.000
ppm (partes por millón) de H2S en el aire produce la
parálisis inmediata del sistema respiratorio, paro
cardiaco y la muerte en pocos minutos.
El monóxido de carbono (CO) es un claro ejemplo de
un gas de toxicidad crónica. El monóxido de carbono
se adhiere a las moléculas de hemoglobina en los
glóbulos rojos. Los glóbulos rojos contaminados con
CO son incapaces de transportar oxígeno. Si bien las
concentraciones de monóxido de carbono muy
elevadas pueden resultar altamente tóxicas y provocar
un paro respiratorio o la muerte de forma inmediata, lo
que afecta en mayor medida a los trabajadores son los
efectos fisiológicos a largo plazo debido a la
exposición crónica a niveles más bajos. Éste es el
caso de fumadores, encargados de lugares de
aparcamiento y otras personas que sufren la
exposición crónica al monóxido de carbono en su lugar
de trabajo. Los niveles de exposición son demasiado
reducidos como para producir síntomas inmediatos,
pero las pequeñas dosis repetidas, con el transcurso
del tiempo, van disminuyendo la capacidad de la
sangre para transportar oxígeno hasta llegar a niveles
peligrosamente bajos. Este daño parcial al sistema
circulatorio con el tiempo puede provocar
consecuencias fisiológicas graves.
Debido a que los programas de control prudentes
deben tener en cuenta ambos marcos de tiempo, el
diseño del PHD6 incluye dos tipos de mediciones y
alarmas de exposición independientes.
1. Alarmas de advertencia y peligro
OSHA ha establecido un nivel máximo para ciertas
sustancias tóxicas (no todas), el cual representa la
concentración más elevada de una sustancia tóxica a
la que se puede exponer un trabajador sin protección,
incluso durante un lapso breve. Los niveles
predeterminados de las alarmas de advertencia y
peligro del PHD6 son inferiores o iguales a los niveles
máximos establecidos por OSHA, tanto para CO como
para H
S. Nunca entre, ni siquiera por un
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momento, en un ambiente en el que las
concentraciones de las sustancias tóxicas
excedan el nivel de las alarmas de advertencia o
peligro.
Time History Graph
2. Media ponderada en el tiempo (TWA)
La concentración media máxima a la que se puede
exponer un trabajador sin protección durante una
jornada de trabajo de ocho horas es lo que se
denomina la media ponderada en el tiempo o valor
TWA. Los valores de TWA se calculan al sumar la
exposición a un gas tóxico específico durante la sesión
de funcionamiento actual en términos de partes por
millón en horas y dividir el resultado por un periodo de
ocho horas.
Time History Graph
3. Límites de exposición a corto plazo
(STEL)
Las sustancias tóxicas pueden tener límites de
exposición a corto plazo superiores a la TWA de ocho
horas. El STEL es la concentración media máxima a
la que se puede exponer un trabajador sin protección
en un intervalo de quince minutos durante el día.
Durante este tiempo, no se podrá exceder la TWA de
ocho horas ni la concentración máxima.
Los periodos de quince minutos en los que la
concentración media de STEL exceda la TWA
permitida de ocho horas deberán estar separados
entre sí al menos por una hora. Se permite un
máximo de cuatro para estos periodos por cada turno
de ocho horas.
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Ceiling
Ceiling
TWA
(8 hour)