midiendo para dar un valor preciso. Estos dos parámetros se emplean también
para calcular el punto de rocío y evitar así la condensación de agua en los puentes
térmicos.
· El propio aparato lleva integrado el sensor de humedad relativa.
· Se pueden establecer dos valores umbral, y para cada uno de ellos se
puede enviar un telegrama con valor distinto dependiendo de si se está por
encima o por debajo del umbral. Por ejemplo, para poner en marcha un
sistema de ventilación.
Punto de rocío
El punto de rocío del agua es el momento en que se dan las condiciones de
humedad y temperatura para que el agua empiece a condensar. Generalmente,
para calcularlo se establece una temperatura fija del aire, por debajo de la cual en
el momento en que se llega a una humedad determinada, se produce la
condensación. Como este aparato es capaz de medir ambas variables, en el
momento en que se den las condiciones, y aplicando una corrección en base a la
fórmula de Magnus, nos avisa de que se ha llegado al punto de rocío.
La temperatura del punto de rocío se puede enviar al bus mediante un objeto de 2
bytes para ser mostrada en un display o cualquier dispositivo de visualización.
Llegado al punto de rocío también se puede enviar un telegrama de conmutación.
Además permite enviar una prealarma cuando falten 5 ºK para llegar al punto de
rocío.
· El aparato calculará la temperatura de rocío dependiendo de la temperatura
y la humedad relativa medidas.
· La corrección del valor de humedad transmitido se hace mediante la
fórmula de Magnus. Se trata de una fórmula de aproximación para el
cálculo del punto de saturación dependiendo de la temperatura. Es muy
precisa (<0,22 %) en el rango de 0ºC a 100ºC, y se utiliza especialmente en
meteorología y en física para calcular el punto de rocío.
Sensor de CO2
En espacios interiores donde se concentra gran cantidad de personas, como en
aulas de formación, salas de reuniones, etc, la concentración de CO2 puede
crecer rápidamente, dañando seriamente la calidad del aire que se respira. El aire
que respiramos contiene aproximadamente un 21% de dióxido de oxígeno y un
0,035% de dióxido de carbono (CO2). En cambio, el aire espirado tras la
respiración contiene un 16% de oxígeno y un 4% de CO2. Aunque el CO2
solamente es peligroso en concentraciones superiores al 20%, nuestro bienestar,
así
como
la
capacidad
CO2 2178
de
concentración
y
de
trabajo
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descienden