Es susceptible de aliviarse con analgesia eléctrica cualquier tipo de dolor agudo o crónico,
localizado y de origen nervioso, siempre que el tratamiento pueda aplicarse sobre la región
que presenta los síntomas.
Sus indicaciones, son por lo tanto muy numerosas, y tanto por su eficacia como por su carencia
de efectos indeseados, la hacen aconsejable como tratamiento de primera línea.
Las indicaciones más frecuentes, son:
1º Algias de origen neurológico: Polineuropatías sensitivas, lesiones traumáticas del nervio
periférico, síndromes compresivos de nervio periférico, dolor por desaferenciación
(amputados, miembro fantasma), dolor radicular (lumbociática, neuralgia cérvico-braquial),
dolor dental, cefaleas, neuritis intercostal y neuralgia post-herpética.
2º Algias de origen músculo-esquelético: Artrosis, artritis reumatoide y otras artritis, patología
de partes blandas, dolor vertebral (cervicalgia, lumbalgia), síndromes miofasciales, fracturas y
secuelas de las mismas, lesiones deportivas menores.
3º Dolor postquirúrgico: Laparotomía, toracotomía, cirugía ortopédica (prótesis articulares,
operaciones de columna).
4º Dolor asociado a neoplasias (sólo si están fuera de control).
5º Dolor del parto.
Por contra, no son susceptibles de tratamiento con electroestimulación, por no haberse
encontrado mejoría habitualmente: Los dolores de localización amplia o difusa, por ejemplo,
las de origen visceral y psicógeno, el dolor de origen central, como el talámico, aunque se ha
comunicado algún caso de alivio en esclerosis múltiple, neuropatías metabólicas, alcohólicas o
diabéticas, dolor perineal y vaginal, aracnoiditis, dolor asociado a lesión medular, algias tras
radioterapia, algias en neuropatías periféricas cuando exista marcada perdida de fibras
aferentes.
6.2.- Utilización del 3002 plus para la estimulación muscular (EMS)
Nuestros músculos se contraen como respuesta a una orden procedente del sistema nervioso
central. Esa orden se transmite a través de los nervios periféricos y es de tipo eléctrico.
La electroestimulación Neuromuscular (EMS), tiene por objeto provocar mediante estímulos
externos potenciales de acción capaces de alterar el potencial de reposo de las células
neuromusculares.
Las aplicaciones más importantes de la EMS son:
- Conseguir la contracción muscular cuando ésta es imposible de realizar de manera voluntaria.
- Recuperar el tono muscular perdido después de un largo periodo de inmovilidad.
- Reforzar la contracción muscular voluntaria pero insuficiente.
- Mejorar el rendimiento de músculos específicos o la eficacia de los ejercicios fisiológicos.
- Disminuir la tensión y contractura musculares.
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