2. Monóxido de carbono: el asesino silencioso
2.1 ¿Qué es el monóxido de carbono?
Muchas personas pierden la vida cada año y muchas más padecen alguna
enfermedad debido a envenenamiento por monóxido de carbono (CO). El CO
es un gas invisible, inodoro, insípido y extremadamente tóxico. Es producido por
los aparatos y vehículos que queman combustibles como carbón, petróleo, gas
natural/mineral, parafina, madera, gasolina, diésel, carbón, etc. El CO es absorbido
por los glóbulos rojos de la sangre en los pulmones en lugar de oxígeno, lo que
conlleva daños en el corazón y el cerebro por falta de oxígeno.
Los niveles altos de CO en una casa pueden ser debidos a:
• Instalación incorrecta o defectuosa de aparatos que queman combustible.
• Chimeneas o salidas de humo bloqueadas o agrietadas.
• Ventilaciones bloqueadas o selladas, lo que hace que las áreas con aparatos que
queman combustible o chimeneas sean herméticas.
• Motores de automóviles, cortadoras de césped, etc. que estén en marcha en
espacios reducidos.
• Calentadores portátiles de parafina o de gas en habitaciones mal ventiladas.
2.2 ¿Qué sucede cuando un detector de CO detecta monóxido de carbono?
Cuando el detector detecta niveles potencialmente peligrosos de CO, la luz roja
de alarma empieza a parpadear y, si el CO persiste, suena una fuerte alarma.
Las tablas B-1 y B-2 a continuación muestran cómo el detector reacciona a los
diferentes niveles de gas CO y al tiempo de exposición. En los niveles más altos
de CO, el detector se enciende más rápidamente. La velocidad de parpadeo de la
luz roja indica el nivel de CO. Si su detector de CO suena, siga las instrucciones
de la Sección 6. ¡NUNCA IGNORE LA ALARMA!
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