Transporte y almacenamiento de la
cultivadora
Para transportar y almacenar la cultivadora mueva
el regulador a la posición 'stop' (detención). Gire la
estaca de profundidad desde el terreno hacia arriba
entre las ruedas. Vea la "Figura 4-3".
Uso de la cultivadora
La cultivadora es una máquina diseñada para
preparar, labrar, abrir surcos y abonar los lechos de
siembra.
Procedimiento para realizar la labranza
Durante la labranza, deje aproximadamente 8
pulgadas de suelo sin labrar entre la primera y
la segunda sendas de labranza, luego realice
una tercera senda entre la primera y la segunda,
"Figura 4-4". En algunos suelos se puede obtener la
profundidad deseada la primera vez que se trabaja
en el jardín. En otros suelos, la profundidad deseada
se obtiene pasando dos o tres veces sobre el terreno
del jardín. Las pasadas se deben realizar en forma
alternada a lo largo y a lo ancho del jardín. Las rocas
que se encuentren se deben retirar del área del
jardín.
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5
2
Figura 4-4
8
S
4 — c
ó
ecci
n
ontroleS y
Procedimientos para realizar tareas de labranza
Es deseable una profundidad de dos a tres pulgadas
para realizar la labranza del terreno. El ancho de
labranza se puede reducir a 13 pulgadas extrayendo
los dientes exteriores completamente de la
cultivadora. Consulte la sección Mantenimiento y
ajustes para leer las instrucciones para retirar los
dientes. Cuando trace las hileras de plantación,
asegúrese de dejar un ancho suficiente para poder
cultivar entre las hileras. Cuando cultive maíz o
algún cultivo similar, el control de las hileras de
la plantación permitirá el cultivo transversal y
prácticamente eliminará la azada manual. Vea la
"Figura 4-5".
Otras aplicaciones
La cultivadora tiene muchas aplicaciones además de
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la de labranza y cultivo de un jardín. Una de ellas es la
preparación del área para la siembra. La cultivadora
preparará un lecho de siembra profundo que no
tendrá puntos duros sin labrar, permitiendo una
mejor afirmación del césped para el crecimiento.
La cultivadora es muy útil para aflojar suelos duros
y prepararlos para su excavación mediante una
pala. No es necesario realizar ninguna tediosa
labor manual. La cultivadora se puede usar para
mezclar abono en acopio o para mezclarla con
el suelo del jardín. Esto se debe realizar después
de haber roturado el terreno en la totalidad de la
profundidad de trabajo. El abono se debe trabajar
a una profundidad de seis o siete pulgadas. Esto se
puede realizar trabajando a lo largo del jardín y luego
haciendo varias pasadas separadas transversales.
El agregado de materia orgánica descompuesta
aumenta significativamente la fertilidad del jardín.
Para una adecuada acción de descomposición se
debe aplicar fertilizante y se debe trabajar con los
materiales de abono. La mezcla de hojas rotas y paja
con varias pulgadas de suelo permite una adecuada
aireación del sistema de raíces de las plantas y
retarda el crecimiento de malezas.
F
uncionamiento
Figura 4-5