• El tiempo cálido y húmedo favorece la formación de hielo y la condensación.
Esto es perfectamente normal, no es ninguna avería.
• Las puertas están entreabiertas. Asegúrese de que las puertas estén
completamente cerradas.
• Es posible que las puertas se hayan estado abriendo con frecuencia o que se
hayan dejado abiertas durante un periodo prolongado. Abra las puertas con
menor frecuencia.
Hay humedad en el exterior del frigorífico o entre las puertas.
• Puede que haya humedad ambiental. Esto es perfectamente normal en
climas húmedos. Cuando el grado de humedad descienda, la condensación
desaparecerá.
Mal olor en el interior del frigorífico.
• El interior del frigorífico debe limpiarse. Limpie el interior del frigorífico con una
esponja empapada en agua caliente o agua con gas.
• Es posible que el olor provenga de algún recipiente o envoltorio. Utilice otro
recipiente o materiales para envolver de una marca diferente.
La puerta (o puertas) no se cierra.
• Puede que los paquetes de alimentos depositados no dejen que las puertas se
cierren. Recoloque los paquetes que estén obstruyendo la puerta.
• Es probable que el frigorífico no esté en posición completamente vertical
sobre el suelo y que oscile si se lo mueve ligeramente. Ajuste los tornillos de
elevación.
• El suelo no está nivelado o no es firme. Compruebe que el suelo esté nivelado y
que sea capaz de soportar el peso del frigorífico.
Los cajones están atascados.
• Es posible que algún alimento toque el techo del cajón. Cambie la distribución
de los alimentos en el cajón.
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