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Aviso importante para posibles
usuarios de audífonos
Las buenas prácticas de salud exigen que
una persona con pérdida auditiva se someta
a una evaluación efectuada por un médico
con licencia (preferentemente un médico
especializado en enfermedades del oído)
antes de comprar un audífono. Los médicos
con licencia especializados en enferme-
dades del oído normalmente se conocen
como otólogos u otorrinolaringólogos.
El propósito de la evaluación médica es
asegurarse de que se identifi quen y se
traten todas las condiciones médicamente
tratables que puedan afectar la audición
antes de comprar el audífono.
Después de la evaluación médica, el médico
le entregará un certifi cado por escrito que
indique que se ha evaluado médicamente su
pérdida auditiva, y que usted puede ser con-
siderado un candidato para usar un audífono.
El médico le remitirá a un audiólogo o a un
distribuidor de audífonos, según corresponda,
para realizar una evaluación audiológica.
El audiólogo o el distribuidor de audífonos
realizarán una evaluación audiológica para
determinar su capacidad de audición con un
audífono y sin él. La evaluación audiológica
permitirá al audiólogo o al distribuidor
seleccionar un audífono y adaptarlo a sus
necesidades individuales.
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Si tiene alguna duda en relación con su capacidad
de adaptarse a la amplifi cación de sonidos, debe
averiguar acerca de la disponibilidad de un
programa de alquiler de prueba o de opción de
compra. En la actualidad, muchos distribuidores
de audífonos ofrecen programas que le permiten
usar un audífono durante un tiempo determinado
por un cargo mínimo y, después de transcurrido
ese período, usted puede decidir si desea comprar
el audífono.
Las leyes federales restringen la venta de audí-
fonos a aquellas personas que se han sometido
a una evaluación efectuada por un médico con
licencia. Las leyes federales permiten a un adulto
que cuente con toda la información necesaria
fi rmar una declaración de renuncia mediante la
cual se niega a realizar la evaluación médica por
creencias religiosas o personales que le impiden
consultar a un médico. Poner en práctica esta
renuncia no redunda en benefi cio de su salud,
y se desalienta categóricamente su uso.
Un audífono no le hará recuperar su
capacidad de audición normal, ni evitará ni
mejorará un trastorno auditivo ocasionado
por condiciones orgánicas.
El uso de un audífono es solo una parte de la
rehabilitación aural, y es posible que deba
complementarse con ejercitación auditiva y
aprendizaje de labiolectura. Se recomienda
usar este dispositivo en forma constante.
En la mayoría de los casos, el uso poco
frecuente del instrumento no le permite
obtener todos los benefi cios del dispositivo.
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