RECIPIENTES (Fig. 1)
Se pueden usar recipientes de cristal o de porcelana en vez de acero, siempre que tengan el fondo plano.
Se aconseja usar recipientes de diámetro igual o ligeramente superior al de las zonas de cocción. No usar
recipientes con diámetro inferior a los de las zonas de cocción. No usar recipientes con la parte inferior
rugosa ya que pueden dañar la superficie del vidrio vitrocerámico. Antes de su uso, asegúrese de que el
fondo de los utensilios estén limpios y secos.
Se recomienda tapar los recipientes durante la cocción. Se ahorra así mucha energía.
LIMPIEZA
Antes de efectuar una limpieza desconectarlo de la red eléctrica. A continuación, asegúrese de que no hay
calor residual almacenado en el artefacto, en este caso la luz testigo se mantiene encendida. Con el fin de
evitar quemaduras, deje que el aparato se enfríe.
Cada vez que la usemos, una vez fría, es necesario quitar los restos que hayan quedado pegados, porque
si la encendemos otra vez, dichos restos pueden quedarse pegados definitivamente. Usar solo productos
adecuados, evitando los estropajos metálicos esponjas abrasivas y los detergentes en polvo, ya que
podrían dañar la superficie de cristal. Los spray que sirven para limpiar los hornos tampoco son adecuados
porque son enormemente agresivos y dañosos para la superficie de cristal. Para quitar pequeños residuos
puede usarse un paño mojado o agua caliente con un poco de jabón. Los restos del jabón se quitan con
agua y después hay que secar bien el cristal. Los residuos de cal, causados por el excesivo hervir de los
líquidos, perdidas, etc., se quitan con vinagre, limón o con un producto anticalcáreo. Quitar los residuos de
detergente ya que pueden ser agresivos y estropear el cristal cuando
encendamos la placa nuevamente. Para las incrustaciones resistentes
se aconseja utilizar un rascador para cristal (Fig.6), con hoja metálica,
fácil de encontrar en el mercado (ferreterías, etc.). Si accidentalmente
cae sobre la superficie del vitrocerámico restos de placas de aluminio,
plásticos, azúcar, etc., deben ser removidos inmediatamente con el
mismo elemento; con ello evitarán daños al cristal vitrocerámico.
No utilizar limpiadores de vapor.
Existen varios caminos de limpieza según el residuo o mancha:
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