El conducto debe tener una dimensión adecuada al diámetro de la salida de humos de la estufa (77
mm).
La distancia de seguridad mínima debe de ser de 15 cm, de separación respecto a posibles elementos
ó materiales combustibles (vigas, mampostería, acabados de madera y/o techos) a lo largo de todo el
recorrido del conducto. En el caso de utilización de conductos de humos con doble aislamiento, esta
distancia puede reducirse (según homologación del fabricante de fumistería).
Verifique antes de concluir la instalación que en todo su recorrido, el interior del conducto original
esté limpio de hollín y otros residuos.
El aparato debe instalarse con su conducto propio de evacuación de humos. No se permiten
instalaciones con conducto de humos compartidos.
El conducto debe de estar aislado térmicamente. Un conducto en el cual las paredes internas estén
frías dificulta la evacuación de humos y puede provocar condensaciones, por ello se aconseja que el
conducto de humos o estufa vaya dentro de la casa, para evitar choques térmicos en frio.
Los conductos de humos deben de ser estancos al agua. Los conductos deben tener una sección
normal y constante sobre todo su desarrollo. Un conducto demasiado ancho tiene el riesgo de tener
un tiro térmico nulo.
Debe sobrepasar en 100 cm. la altura del techo de la casa o de toda construcción situada a menos de 8
metros.
En los casos de terrazas o tejados en los que la pendiente sea inferior a 15º, el tronco debe al menos
ser igual a 1,20 m. El sombrerete no deberá frenar el tiro. Si la estufa tiene tendencia a revocos a
causa de su situación con obstáculos vecinos, será necesario instalar un sistema que evite el revoco
de los humos eficaz o bien remodelar la estufa.
Para evitar revocos y tiros inadecuados, se prohíbe el uso de reducciones o ampliaciones del
diámetro del conducto de humo, especialmente cuanto más cerca se encuentre del collarín de salida
de humos del aparato. Por el mismo, motivo evite codos de 90 grados a los largo de todo el conducto
de humos.
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