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Figura 6.1.3: Lateralización de los tonos cuando se estimula
por vía aérea
Si bien puede pensarse también en una propagación del sonido a través del es-
pacio aéreo que circunda la cabeza, las pérdidas por este camino son mucho
mayores que las anteriores, y por lo tanto, su efecto es despreciable.
Como se indica en la figura, las pérdidas de transmisión entre un oído y otro,
cuando se estimula con tonos por vía aérea, son de aproximadamente 50 dB,
aunque esto depende principalmente de la frecuencia, de la contextura ósea del
sujeto y de la colocación de los auriculares. Por este motivo, este valor de ate-
nuación, también llamado atenuación interaural (AI), es sólo indicativo, y como se
verá más adelante, conviene trabajar con un margen de seguridad y tomarlo
como 40 dB.
La AI depende fuertemente, además, del tipo de señal y el modo de estimula-
ción. Por ejemplo, para una señal de ruido por vía aérea, los valores de la AI pue-
den alcanzar los 70 dB, y para tonos por V.O., puede ser prácticamente nula (0
dB).
Debe considerarse además, el llamado efecto de oclusión. Este efecto se mani-
fiesta como una mejoría en alrededor de 10 dB del umbral por V.O. de un oído, y
se produce cuando dicho oído se encuentra "tapado" con el auricular o cuando el
canal auditivo está ocluido por alguna otra razón. Como la lateralización se pro-
duce por V.O., entonces el efecto de oclusión deberá tomarse en cuenta para los
cálculos de enmascaramiento, como se verá a continuación.
Realización de la prueba
Para determinar el umbral auditivo por vía aérea de un oído, enmascarando el oí-
do opuesto, deberán seguirse los siguientes pasos:
1. Comprobar si es necesario usar el enmascaramiento.
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