SOBRE EL CES
Ya en el primer siglo, los griegos y los romanos usaban la anguila eléctrica, una
variedad de "pez torpedo" para la estimulación eléctrica. La anguila eléctrica se
utilizó hasta el siglo XIX, incluso después de la invención de los dispositivos de
estimulación electrónica. Los escritos del primer siglo informan que se coloca un
torpedo viviente debajo de los pies de un enfermo de gota para aliviar el dolor.
También se informa que estos peces se colocan en la frente de las personas para
tratar los dolores de cabeza.
El interés actual en CES fue iniciado por Robinovitch, quien en 1914 hizo el primer
reclamo para el tratamiento eléctrico del insomnio. En 1958, el libro Sueño eléctrico
reflejó el primer trabajo serio sobre CES. Este libro inspiró investigaciones en Europa y
los países del Este, así como en América del Sur, Asia y finalmente en los Estados
Unidos. Debido a que el equipo CES utilizado era voluminoso, poco práctico y poco
confiable, CES, al igual que la anguila eléctrica, se abandonó en favor de las terapias
con medicamentos.
Con la invención del transistor en la década de 1960, se desarrollaron dispositivos CES
pequeños, confiables y de bajo consumo. En 1975, varias empresas de Estados Unidos
y Europa fabricaban dispositivos CES para uso público. Durante este tiempo, la
investigación sobre CES fue bastante activa y se publicaron artículos científicos.
La mayoría de los estudios hasta la fecha han encontrado que CES es un método confiable
para reducir la ansiedad y mejorar la cognición en los alcohólicos en recuperación. Estudios
adicionales han demostrado que CES es una herramienta eficaz para reducir la ansiedad y
mejorar el coeficiente intelectual.
La investigación hasta la fecha es bastante vaga sobre los efectos del uso de CES en
diferentes frecuencias, citando que tanto las frecuencias bajas como las altas pueden
ser efectivas para mejorar el aprendizaje y reducir la ansiedad. Muchas personas que
han usado CES con AVE han informado que sienten una relajación más profunda
durante largos períodos de tiempo. Además de mejorar el entrenamiento, CES
aumenta la producción de neurotransmisores. Estos neurotransmisores son
necesarios para el procesamiento de la información, la memoria, los niveles de
energía y el bienestar físico. Cuando nuestros neurotransmisores y endorfinas no se
producen en los niveles necesarios, pueden conducir a comportamientos destructivos
y/o abuso de sustancias como sustituto de ese "subidón natural".
[ 2]