Algunas consideraciones sobre el vino
Conservación del vino
Como es sabido, el vino puede conservarse durante mucho tiempo. Si se
conservan un lugar adecuado, los vinos blancos se pueden mantener
durante aproximadamente dos años, a partir de la vendimia, pero deben
consumirse en el plazo de un año. Algunos tintos ligeros pueden
conservarse hasta dos años, mientras que los de más cuerpo resisten hasta
diez años y los vinos naturalmente dulces incluso veinte. Cuando compre
una botella de vino, guárdela inmediatamente en la bodega o en otro sitio
adecuado. En el proceso que va desde el cultivo de la uva y su maduración
hasta la vendimia y la vinificación, existen tres factores determinantes: la
luz, la humedad del aire y la temperatura ambiente. Para que el sabor del
vino alcance su plena madurez, al mismo tiempo que mantiene su aroma,
debe conservarse en un perfecto equilibrio de los tres factores.
Zona de conservación
No todo el mundo dispone de un sótano que pueda utilizarse
como bodega. Pero, en los últimos tiempos, la tecnología ha
conseguido desarrollar un sustituto válido de la clásica bodega.
La vinoteca que acaba de adquirir es un aparato especial
diseñado para contener y conservar el vino correctamente. De
hecho, no debe utilizarse para conservar fruta, verduras y latas,
sólo para sus botellas de vino preferidas. Por tanto, aunque no
disponga del espacio necesario para una auténtica bodega, podrá
conservar, madurar y disfrutar de todo tipo de vinos.
Consejos para la conservación
Una regla básica para conservar sus botellas más preciadas es que deben estar inclinadas de manera que el
vino moje el tapón. Muchos piensan que este hecho es el causante del conocido "olor a corcho". En
cambio, el contacto del vino con el tapón favorece la elasticidad del corcho y garantiza su cometido. La
facilidad para extraer las botellas evita que se agite su contenido que, al igual que las vibraciones, pueden
levantar los posos y alterar el aspecto del vino. Por tanto, mueva las botellas lo menos posible y deje
reposar el vino. Además, se recomienda que las botellas no entren en contacto con la parte inferior de la
vinoteca porque afecta a la descongelación correcta y el agua que se recoge de dicha descongelación
podría estropear las etiquetas de las botellas. Los estantes donde se apoyan las botellas deben ser de
madera, porque este material absorbe las vibraciones y mantiene la botella alejada de la pared que
transmite el frío. También es fundamental que las botellas se conserven lejos de sustancias o lugares con
olores fuertes, ya que puede transmitirse al vino con facilidad.
Temperatura
La temperatura es un factor crítico durante el ciclo de vida del vino y determina su buen desarrollo
durante la maduración en botellas. Para una conservación ideal, la temperatura debe mantenerse constante
entre 8 y 12 °C. Evite cambios térmicos bruscos. Una temperatura excesivamente alta dilata el vino y
acelera su maduración; por el contrario, una temperatura demasiado baja (por debajo de 4 – 5 °C) puede
causar la precipitación de tartrato, que afecta al aspecto del vino. En el caso extremo de que la
temperatura sea inferior a 0 °C, el vino puede congelarse y provocar que expulse el tapón.
El tapón
El tapón es un componente fundamental en las botellas de vino. Su calidad, seleccionada por el vinicultor,
es muy importante para la maduración del vino. Las perfectas condiciones del tapón, incluso en las botellas
que compramos, dependen exclusivamente de los estándares de uso y almacenamiento utilizados por el
productor o el embotellador.
6