04.3 EFICACIA DE LA ESTUFA
Paradójicamente, las estufas de gran eficacia pueden tornar más difícil el
trabajo de la chimenea.
El buen funcionamiento de una chimenea depende del aumento de
temperatura en su interior provocado por los humos de la combustión.
Ahora bien, la eficacia de una estufa está determinada por su capacidad de
transferir la mayor parte del calor producido al ambiente que debe calentarse:
como consecuencia de ello, a mayor eficacia de la estufa, más "fríos" son los
humos residuales de la combustión y, por lo tanto, menor el "tiro".
Una chimenea tradicional, de concepción y aislamiento aproximados,
funciona mucho mejor en servicio que una pequeña chimenea tradicional
abierta o una estufa de mala calidad, en que la mayor parte del calor se
pierde con los humos.
Por lo tanto, adquirir una estufa de calidad a menudo significa deber
intervenir en el conducto de humos, incluso si ya existía y funcionaba con
instalaciones anteriores, para aislarlo mejor.
Si la estufa no calienta o hace humo, siempre se debe a un tiro defectuoso.
•
Un error común es conectar el tubo de la estufa a una chimenea
existente, dejando que esta siga en servicio de la instalación anterior.
De esta manera, dos instalaciones con combustible sólido están unidas
por el mismo conducto de humos, lo cual es incorrecto y peligroso
•
Si se usan las dos instalaciones al mismo tiempo, la carga total de humos puede ser excesiva para la sección existente de la
chimenea, lo que provoca retornos de humo. Si se usa una sola estufa, el calor de los humos sí provoca el tiro de la chimenea,
el cual, sin embargo, aspirará aire frío también por la apertura de la instalación apagada, lo que vuelve a enfriar los humos y
bloquea el tiro.
•
Por último, si ambas instalaciones son ubicadas en distintos niveles, además de los problemas expuestos, se puede interferir
con el mismo principio de los vasos comunicantes, lo que provoca una evolución de los humos de combustión irregular e
imprevisible.
05. ADVERTENCIAS DE INSTALACIÓN
Al emplear tubos coaxiales, el aire estará precalentado, lo que contribuye
a mejorar la combustión y a reducir las emisiones a la atmósfera.
Antes de instalar, es necesario respetar las siguientes indicaciones:
Escoger un lugar definitivo donde colocar la estufa y luego:
•
Prever la conexión al conducto de humos para la evacuación de los
humos.
•
Prever la toma de aire exterior (aire para la combustión).
•
Prever la conexión para la línea eléctrica con instalación de descarga
a tierra.
•
La instalación eléctrica de la habitación donde se instala la estufa
debe contar con puesta a tierra; de lo contrario, pueden producirse
anomalías en el cuadro de mandos.
•
Apoyar la estufa en el piso en posición favorable para la conexión del
conducto de humos y cerca de la toma de "aire para la combustión".
•
El aparato debe instalarse en un piso con capacidad de carga
adecuada.
•
Si la construcción existente no satisface este requisito, deben tomarse medidas apropiadas (por ej., placa de distribución de
carga).
•
Es necesario proteger del calor todas las estructuras que pueden incendiarse si son expuestas a calor excesivo. Los pisos de
madera o de material inflamable deben protegerse con material no combustible (por ejemplo: una chapa de 4 mm o cristal
cerámico).
•
La instalación del aparato debe garantizar un fácil acceso para la limpieza del propio aparato, los conductos de gases de escape
y el conducto de humos.
•
El aparato NO DEBE ser instalado en ducto compartido.
•
Durante su funcionamiento, la estufa retira una cantidad de aire del ambiente donde se encuentra, por lo tanto, es necesaria
una toma de aire exterior a la altura del tubo ubicado en la parte trasera de la estufa. Los tubos que deben utilizarse para
la salida de humos deben ser tubos específicos para estufas de pellets: de acero pintado o de acero inoxidable, de 8 cm de
diámetro, con juntas adecuadas.
•
La toma de "aire para la combustión" debe alcanzar una pared que da al exterior o a habitaciones adyacentes a la de instalación,
siempre y cuando cuenten con una toma de aire exterior y no se usen como dormitorios ni cuartos de baño, ni donde haya
peligro de incendio, como por ejemplo cobertizos, garajes, almacenes de materiales combustibles, etc. Estas tomas de aire
deben realizarse de manera que no puedan obstruirse ni desde dentro ni desde fuera y deben estar protegidas con rejilla, red
metálica o con una protección adecuada, siempre y cuando estas protecciones no reduzcan la sección mínima.
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