El principio BORA:
No permitimos que los humos y olores suban y se extiendan, sino que los aspiramos
allí donde se generan: directamente en la placa de cocción, junto a la olla, la sartén
o la parrilla. No es magia, sino física aplicada según los principios básicos de la
cuya velocidad es superior a la de la elevación de los vapores de cocción.
Ahora podrá contar con una perspectiva completamente nueva en la
cocina. Deje atrás la molestia y el ruido de una campana a la altura de la cabeza y disfrute
de una libertad absoluta a la hora de proyectar su cocina.
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