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Si el dimensionado de estos equipos se realiza para la potencia disponible en el evaporador, la
potencia de recuperación no es suficiente para abastecer todas las demandas térmicas y es
habitual que se requiera mayor potencia de calentamiento. En ese caso se debe disponer de otra
batería y otro intercambiador, que serán alimentados por un generador de calor (GC), para
completar la potencia total necesaria. Adicionalmente y para reducir el consumo de energía del
generador de calor, se utiliza un intercambiador de calor alimentado por la energía solar térmica
(ES). Aunque no se incluya en el esquema anterior, las instalaciones pueden estar también
destinadas, además de al calentamiento de la piscina, a la producción de agua caliente sanitaria.
El acoplamiento de la instalación solar en el circuito de calentamiento se puede realizar usando
las conexiones en serie o paralelo antes indicadas aunque se recomienda el acoplamiento en
paralelo que no condiciona, de entrada, el funcionamiento de ninguno de los aportes.
10.3.4 Observaciones sobre la acumulación y la potencia de pérdidas.
Aunque en muchas ocasiones se hace referencia a la gran capacidad de la piscina como
acumulador térmico, lo cierto es que dicha capacidad está limitada, en la práctica, por los
estrechos márgenes de las temperaturas de consigna (normalmente de 0,5 a 1ºC) y, aunque el
volumen de agua de la piscina sea grande, la cantidad de energía que se puede acumular con ese
margen de temperaturas no lo es. Esa pequeña variación admisible de la temperatura está
relacionada con la necesidad de mantener unas condiciones de confort uniformes para que los
usuarios dispongan siempre de la misma temperatura en la piscina. No se debe permitir que la
piscina esté a mayor temperatura los días de mayor capacidad de aporte, por elevada radiación y
temperatura ambiente, y a menos temperatura los días con menos aporte energético.
Por otro lado, y dado que la temperatura, humedad del ambiente y la temperatura del agua del
vaso de la piscina son uniformes, es importante destacar que las pérdidas térmicas del agua de la
piscina se mantienen sensiblemente constantes ya que únicamente estarán afectadas por la
operación y uso de la misma.
En el gráfico adjunto se muestra un ejemplo de la
evolución de la temperatura un vaso de piscina
que se mantiene siempre entre 25 y 25,5ºC. La
temperatura se podrá mantener entre esos
valores gracias a un sistema con generador de
calor convencional o se podrá ajustar a la
temperatura mínima si se dispone de una
instalación
modulante
que
pueda
aportar
continuamente el calor que compense las
Figura 109: Evolución temporal de temperaturas del
pérdidas.
agua del vaso, de la energía solar y la auxiliar
En el caso de la instalación solar, si aporta mayor
potencia solar térmica que la de pérdidas, la piscina se empezará a calentar por encima del
mínimo y para aprovechar el calentamiento solar al máximo se dejará que evolucione hasta el
máximo admisible (en este caso, 25,5ºC como se observa en el gráfico). Si se alcanza el máximo la
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10. CALENTAMIENTO SOLAR DE PISCINAS