Colocación de las correas
Correas para la tracción lumbar
En el caso de la tracción lumbar, las correas
no deben obstaculizar la respiración ni
la circulación de la sangre. Debe evitarse
que las correas produzcan una presión
desagradable.
La correa para el pecho se sujeta en el
primer travesaño de la zona del bastidor
para la cabeza, y la correa para la pelvis se
engancha en el cable del
Las fuerzas de tracción deben transmitirse
de forma segura al paciente a través de la
correas.
Esto significa que:
a) el paciente debe estar lo más desnudo
posible en los puntos en los que actúan
las correas. Para ello, es suficiente
con arremangar la pieza de ropa
correspondiente.
b) las correas deben envolver la parte del
cuerpo correspondiente de la forma más
estirada posible (ver la ilustración).
Gracias al estiramiento automático de
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TRAComputer
.
las cintas en el interior de la correa de la
pelvis se consigue una distribución óptima
de la fuerza de tracción con una mejor
adaptación.
Con este nuevo diseño se evita que resbale
y se „bajen los pantalones".
La correa de la pelvis debe agarrar por
encima del hueso de la pelvis, y la correa
del pecho por debajo del arco costal.
c) presionando con el pulgar sobre el cierre
de hebilla se alargan las cintas de la correa.
Para acortar las cintas de la correa se tira
del extremo libre de las mismas.
d) la adaptación del tamaño se consigue
mediante la pieza de prolongación adjunta.
Debe pasarse la cinta de la correa a
través de la hebilla exactamente como
se indica en la ilustración, para evitar que se
suelte por sí sola.
Si es necesario hay disponibles varios
tamaños y formas de correas especiales.
Las correas estándar de lona fuerte
están provistas de un recubrimiento
antideslizante y de cierres rápidos de
velcro. De forma natural, estas cintas
de velcro se desgastan al cabo de unos
15.000 tratamientos, debiendo cambiarse
entonces. Esto tiene las siguientes ventajas:
mayor seguridad,
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facilitación del manejo,
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el paciente puede soltarse las correas él mismo.
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