PUESTA EN MARCHA Y FUNCIONAMIENTO
NORMAS DE USO DE LA SAUNA
Respecto al uso de la sauna es conveniente tener presentes una serie de
consejos para optimizar su funcionamiento y maximizar su duración en
condiciones correctas. Se numeran aquellas de mayor importancia:
Compruebe que todos los elementos de la sauna funcionan y están
conectados correctamente, si no lo estuvieran revise las normas de
montaje e instalación.
Una vez instalada la sauna, es conveniente que la cabina no
supere los 60°C durante los 5 primeros días de funcionamiento.
La sauna es un baño de calor seco y no está preparada para
producir vapor con continuidad, por ello no es conveniente verter
más de dos cazos de agua sobre las piedras del calefactor
consecutivamente.
Es recomendable, para prolongar la precisión de los mandos de
control, no variar continuamente la temperatura programada o
conectar y desconectar la sauna con excesiva frecuencia.
Una vez terminada la sesión de sauna debe desconectarse el
interruptor general del cuadro de mandos.
Jamás deposite ningún objeto sobre las piedras del calefactor
aunque no esté usando la sauna. Ello podría provocar accidentes
graves si el objeto es combustible.
Para evitar fisuras o fugas en el cubo para el agua, éste debe
contener normalmente líquido y no debe colocarse a una altura
superior a un metro.
Cerrar siempre la puerta una vez terminada la sesión de sauna.
Desconectar el magnetotérmico de protección de la línea de la
sauna cuando no se va a usar en períodos prolongados.
No es conveniente intentar desplazar la sauna de forma compacta,
sin desmontarla previamente, ya que la estructura de la misma
podría verse afectada sensiblemente.
Para evitar averías o efectos no deseados sustituya siempre los
componentes con recambios originales o de las mismas
características técnicas.
COMO DEBE REALIZARSE LA SESSIÓN DE SAUNA
El esquema básico de la sesión de sauna implica una repetición cíclica de
etapa calentamiento y etapa enfriamiento de forma alternada durante al
menos 2 o 3 ciclos.
DESARROLLO PASO A PASO:
1. Ducha de agua caliente.
Ducha higiénica con jabón para limpiar impurezas del poro. El agua
caliente permite iniciar el proceso de abertura del poro de la piel. Es
recomendable pasar antes por el WC e incluso en saunas públicas como
en las piscinas es obligatorio en cualquiera de los casos.
2. Secarse correctamente todo el cuerpo.
Si no secamos la piel correctamente retrasaremos el proceso de
transpiración al entrar en la sauna.
3. Entrada en la sauna (Temperatura 80-90°C).
Inicialmente al entrar en la sauna escogeremos un banco de nivel inferior
pasando posteriormente a niveles superiores con temperaturas
superiores.
En la sauna tomaremos la posición más cómoda posible intentando que
las piernas queden al mismo nivel o similar. El tiempo de permanencia en
la sauna debe quedar determinado por la necesidad subjetiva y personal
de cada bañista. No es correcto salir de la sauna hasta que no se siente
la necesidad de refrigerarse, pero tampoco lo es permanecer en ella
aunque se sienta esa necesidad. En cualquiera de los dos caso, podría
no obtenerse los efectos beneficiosos de la sauna. Aún así, los periodos
de estancia suelen oscilar entre los 6 y 14 minutos según edad, sexo y
estado nervioso. Hay que tener en cuenta que una misma persona en
momentos distintos puede sentir la necesidad de salir de la sauna en
intervalos distintos de tiempo, por ello es difícil hablar de aguante de
cada uno en la sauna.
La forma correcta de tomar la sauna es completamente desnudo
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