Mantenimiento
1. Cuidado del difusor
El difusor es un elemento clave del equipo.
No dejar nunca un difusor sin utilizar en el vino más que algunas horas.
No dejar nunca la cerámica en remojo en el agua o cualquier otro líquido de forma
prolongada.
No cepillar, rascar o tocar nunca la cerámica del interior del difusor.
¿Cuándo limpiar un difusor?
Se aconseja limpiar el difusor antes de cada nueva utilización.
Es necesario limpiarlo cuando está obstruido (señalado por un aumento de la presión de
difusión hasta 2,5 bares o más), o cuando se va a guardar en seco después de su utilización.
Procedimiento estándar de limpieza
El procedimiento requiere un cilindro de lavado y un secador. Éstos se entregan junto con el
regulador de presión.
El secador es el pequeño conector metálico en forma de codo y el cilindro de lavado el acoplador
hembra de latón. El cilindro de lavado posee un adaptador "tipo tubo de jardinería" que permite
fijarlo directamente a un grifo.
Si usted ha recibido el cilindro de lavado antes de 2001, quizá no incluya el adaptador para el grifo.
Puede conseguir uno en los comercios.
Para proceder a la limpieza del difusor:
Separar el conjunto del tubo sumergido/difusor a nivel del 2º "macarrón" ()
Conectar el tubo sumergido/difusor al secador, y el secador (toma macho) con el cilindro de
lavado (toma hembra) y conectar el cilindro de lavado a un tubo/grifo/salida de agua
caliente haciendo pasar el agua por el difusor durante algunos minutos
Cilindro de lavado
Secador
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