La sala dispondrá de los filtros adecuados para evitar
que ambientes polvorientos o con pelusa puedan con-
taminar el equipo e incidir negativamente en su buena
operatoria o generar como consecuencia de ello incen-
dios directos o indirectos, con un control preventivo de
mantenimiento estricto.
Este control será más riguroso, exhaustivo y adecuado
a las circunstancias, cuando pueda existir ambiente
polvoriento con materiales conductores en suspensión.
Los módulo dispone de ventiladores regulados de tres
velocidades internos. La circulación del flujo de aire
está canalizado del frontal hacia la parte posterior. No
bloquee los orificios de ventilación o dificulte la circu-
lación del aire.
Los módulos sub-rack permiten su total integración
dentro de un armario rack al no disponer de rejillas de
ventilación en su lateral.
Para permitir operar de manera cómoda al personal, se
recomienda dejar un espacio libre en la parte frontal
de 1 m que permita holgadamente abrir la puerta de
un armario rack y facilite las operaciones de retirada o
instalación de módulos adicionales.
Es necesario dejar un mínimo de 50 cm en la parte pos-
terior para la libre circulación del aire de ventilación
empujado por los ventiladores.
Cuando las condiciones de la sala sean extremas, será
necesario instalar un sistema externo de ventilación
para forzar el flujo de aire de refrigeración.
El nivel acústico del sistema de ventilación es elevado
e invalida el equipo para instalarlo en la misma sala en
donde trabaja personal de oficina.
Destinado únicamente para montaje sobre cemento u
otra superficie no combustible.
Para los armarios de baterías suministrados por nuestra
marca, las bandejas de baterías se extraen frontal-
mente. Dejar un espacio libre en la parte frontal de 1
m para la instalación de los acumuladores y el mante-
nimiento preventivo.
En general cumplir todas las condiciones indicadas en
las instrucciones de seguridad (documento EK266*08).
5.2.2. Sala para las baterías.
Las baterías generan cantidad de hidrógeno y oxígeno du-
•
rante el proceso de carga, por lo que es condición indispen-
sable disponer de una buena circulación de aire de la sala.
La estabilidad y temperatura ambiente de la sala en donde
•
se encuentra la batería es un factor importante que deter-
mina la capacidad de almacenar la energía durante el pro-
ceso químico que se da durante la carga. De igual modo
estos factores influyen en el proceso químico inverso que
se da en la descarga ante una demanda de energía y que
influyen notablemente en acortar la vida útil de la misma.
La temperatura nominal de funcionamiento de una batería
es de 20 °C. Operar por encima de esta temperatura redu-
cirá su duración o vida y el funcionar por debajo reducirá
su capacidad de la almacenaje. Si la temperatura media
de funcionamiento de la batería aumenta de 20 ºC a 30 ºC,
la vida útil se reducirá en un 50%. Si la temperatura de
funcionamiento supera los 40 ºC, la vida útil se reducirá
exponencialmente.
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En una instalación normal, la temperatura de la batería se
mantiene entre 15 y 25 °C. Mantenga las baterías lejos de
fuentes de calor o tomas de aire.
Cuando se utilicen baterías externas, las protecciones (fu-
•
sibles o interruptores magnetotérmicos) deberán montarse
lo más cerca posible de los acumuladores y sus cables de
conexión entre estos y el SAI serán lo más cortos posible.
5.2.3. Emplazamiento físico.
Todos los sub-racks pueden operar de por sí como equipos o
•
bien pueden ser integrados en un armario tipo rack.
Modelos de 2 y 4 slots.
Pueden utilizarse como equipos de sobremesa. Se re-
comienda fijarlos a una superficie sólida a través de los
taladros dispuestos en las peanas (ver Fig. 27), respe-
tando el cumplimiento de la normativa que indica «Des-
tinado únicamente para montaje sobre cemento u otra
superficie no combustible» y considerando la siguiente
premisa:
No dejar el equipo a ras de suelo ya que suele
ser la zona con mayores elementos sólidos en
suspensión y a través de la propia ventilación forzada
permanente penetran en su interior ocasionando a
corto o largo plazo averías de toda índole.
Por razones obvias, este emplazamiento está más ex-
puesto a factores de riesgo como la caída de líquidos
sobre el equipo, impactos involuntarios, obstrucción
de los rejillas de ventilación mediante materiales co-
locados delante del equipo, ..., que pueden conllevar a
averías graves o muy graves y además deja el panel de
control en un plano o posición poco visible.
Para integrar cualquiera de ellos en un armario, será ne-
cesario retirar las peanas y las tapas envolventes del sub-
rack. En su base se dispone de los taladros de fijación (ver
Fig. 27). Sin embargo será necesario instalar una bandeja
de soporte o unos ángulos en el armario, a la altura de-
seada, sobre el/los que mecanizar los puntos de sujeción.
Modelos de 6 y 8 slots.
La propia estructura dispone de cuatro ruedas con freno
para los 6 slots y sin freno para los de 8 slots. Este
último dispone a falta de freno en las ruedas, de cuatro
pies immobilizadores y ajustables en altura. En cual-
quier caso la estructura autoportante les confiere un
plus como equipos de por sí.
Una vez ubicados en su emplazamiento definitivo deberá
de accionarse el freno en las cuatro ruedas o inmovili-
zarlo mediante los respectivos elementos que a su vez
actuarán de niveladores.
Se puede colocar una chapa de hierro para distribuir
el peso en un área mayor, si se estima oportuno.
Para integrar cualquiera de los dos en un armario, es
necesario retirar las tapas envolventes y todos los ac-
cesorios mecánicos montados en su base (soportes
ruedas, ruedas, pies elevadores, ...), instalar dos ángulos
en ambos laterales del armario (uno a cada lado) o una
bandeja de soporte a la altura deseada. Sobre estos so-
portes, mecanizar los puntos de fijación acordes a cada
base de sub-rack y representados en la Fig. 27.
SALICRU