La energía de radiofrecuencia (RF)
de los teléfonos inalámbricos
puede interactuar con algunos
dispositivos electrónicos. Por este
motivo, la FDA ayudó al desarrollo
de un método de prueba detallado
para medir la interferencia
electromagnética (EMI) de los
teléfonos inalámbricos en los
marcapasos implantados y los
desfibriladores. El método de
prueba ahora es parte de un
estándar patrocinado por la
Asociación para el avance de la
instrumentación médica
(Association for the Advancement
of Medical Instrumentation, AAMI).
El borrador final, un esfuerzo
conjunto de la FDA, los fabricantes
de dispositivos médicos y otros
grupos, se concluyó a fines de
2000. Este estándar permitirá a los
fabricantes asegurarse de que los
marcapasos cardiacos y los
desfibriladores estén a salvo de
EMI de teléfonos inalámbricos.
La FDA ha probado aparatos para
la sordera para determinar si
reciben interferencia de los
teléfonos inalámbricos de mano y
ayudó a desarrollar un estándar
voluntario patrocinado por el
Instituto de Ingenieros en
Electrónica y Electricidad (IEEE).
Este estándar especifica los
métodos de prueba y los requisitos
de desempeño de los aparatos
para la sordera y los teléfonos
inalámbricos de modo que no
ocurra ninguna interferencia
cuando una persona use al mismo
tiempo un teléfono y un aparato
para la sordera que sean
"compatibles". Este estándar fue
aprobado por la IEEE en 2000.
La FDA sigue supervisando el uso
de los teléfonos inalámbricos para
detectar posibles interacciones
con otros dispositivos médicos. Si
se determinara que se presenta
una interferencia dañina, la FDA
realizará las pruebas necesarias
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