ADVERTENCIA: La activación del termostato de seguridad puede deberse a una avería
relacionada con el cuadro de mandos o a la ausencia de agua en el interior del depósito.
La realización de operaciones de reparación en piezas que cumplen funciones de
seguridad pone en peligro el funcionamiento seguro del equipo. Sustituya los elementos
defectuosos únicamente por piezas de recambio originales.
La intervención del termostato excluye el funcionamiento de las resistencias eléctricas
pero no del sistema de la bomba de calor dentro de los límites de funcionamiento
permitidos.
Protecciones térmicas:
Primer nivel de protección: cuando el agua del tanque sube a 85°C, la unidad se detendrá
y se mostrará el código de error correspondiente en el panel de control. Se trata de una
protección de reinicio automático. Cuando la temperatura del agua del depósito desciende,
la unidad puede volver a ponerse en marcha.
Segundo nivel de protección: cuando el agua del depósito sigue subiendo y alcanza
los 90°C, se activa la el termostato de seguridad de restablecimiento manual y la unidad
se detiene. Requiere un restablecimiento manual tal y como se ha explicado en el punto
anterior.
14.1. Sustitución del ánodo de magnesio o de sacrificio
El ánodo de magnesio (Nº 18 en Fig. 14), también llamado "de sacrificio", evita las corrientes
parásitas que se generan en el interior de la caldera y que pueden desencadenar procesos
de corrosión en la superficie interior del aparato y la acumulación de minerales en el mismo.
En efecto, el magnesio es un metal con un potencial electroquímico inferior al del material
que reviste el interior de la caldera, por lo que atrae primero las cargas negativas que se
forman con el calentamiento del agua y que provocan su corrosión. Por lo tanto, el ánodo
se "sacrifica" corroyéndose en lugar del depósito.
La integridad de los ánodos de magnesio debe revisarse al menos cada dos años
(mejor aún si se hace anualmente). La operación debe ser realizada por personal
cualificado. Antes de realizar la inspección, es necesario:
•
Vaciar el agua de la caldera.
•
Desenroscar el ánodo superior y comprobar su estado de corrosión; si más del 30%
de la superficie del ánodo está corroída, es necesario sustituirlo.
Los ánodos disponen de juntas de estanqueidad adecuadas, para evitar que se produzcan
DALIS PRO BOMBA DE CALOR PARA A.C.S.
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