El servicio postventa
Cuando un reloj llega al centro de servicio de Blancpain, queda registrado y, a
partir de su número de serie, analizamos su historial y los servicios efectuados
anteriormente. Asimismo, tomamos fotografías para documentar el estado en que
nos ha llegado. A continuación, la pieza se entrega a un relojero, quien se encarga
de realizar un diagnóstico completo que incluye la precisión y las funciones.
El diagnóstico permite estimar el coste del servicio que hay que llevar a cabo.
Asimismo, se evalúa el estado de la caja, la esfera, las agujas y el brazalete. En
el diagnóstico también se sopesan las posibilidades de pulido y sustitución de los
elementos estéticos. Si Blancpain ha mejorado el movimiento gracias a su I+D, se
plantea al cliente la posibilidad de integrar nuevas tecnologías.
Una vez recibida la aprobación del propietario, el reloj se desmonta por completo
y cada uno de los componentes se coloca sobre bandejas diseñadas especialmente
para los procedimientos de limpieza. Los componentes desgastados u obsoletos
se sustituyen. A continuación, se vuelve a ensamblar el reloj, se le pone aceite
y se comprueban todas las funciones para garantizar una marcha perfecta. El
control de calidad es la última fase del servicio. Para comprobar la estanqueidad
del reloj, efectuamos una prueba bajo aire a presión. En el caso de los relojes de
submarinismo también se lleva a cabo una segunda prueba de estanqueidad.
A continuación, se comprueban de nuevo todas las funciones y la precisión del reloj
en un periodo que llega hasta 12 días, según la reserva de marcha de la pieza. Una
vez nalizados todos los controles, el reloj ya está listo para ser reenviado a la
boutique o al minorista autorizado, quienes lo devolverán a su propietario.
Usted puede consultar la lista de nuestros concesionarios de cada país, visitando
nuestro sitio web (www.blancpain.com).
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