Efectue constantemente giros suaves con la bobina. Mire que no alza la bobina al final de cada giro.
Mantenga siempre la misma escasa distancia al suelo. Cada giro de una dirección a otra debería durar tres
segundos. Ande lentamente. Dé pequeños pasos, medio grande como sus pasos normales. Asegúrese que
la distancia entre los "líneas de los giros" no esté más grande que el diámetro de la bobina de detección.
Para realizar giros correctos y homogéneos se harán de práctica. Relájese y toque el varillaje telescópico
laxo con la mano. Fatigarse antes de la hora significa que se contrae durante la detección, que el varillaje
telescópico o el reposacodo no están ajustados correctamente o que Ud. no se mueve bastante. Mantenga
el mango con poca presión en la mano. Ajuste el varillaje y el reposacodo a su altura y no ate demasiado
el cinturón del reposacodo. Mueva su brazo, su hombro y también su espalda para mover ligeramente la
bobina.
6.5 Detección del objetivo final
Cuando el detector señala la existencia de un objeto aléjese un paso del punto indicado y después pase la
bobina otra vez sobre la posición donde se encuentra el objeto. Mire donde empieza la señal y donde
fallece. En el punto donde arrecia la señal empieza la anomalía y donde acaba la anomalía.
Ilustración 6.2: Ejemplo de detección del objetivo final
En ilustración 6.2 verá las diferentes posiciones que son necesarios para la detección de una anomalía.
Empezando en posición 1 pase el detector sobre la anomalía, después vaya a la posición 2 y mida otra vez.
Lo mismo repita de posición 3. Después de la medición de diversas posiciones Ud. obtiene una idea precisa
de la dimensión de la anomalía.
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