No respetar una señal o un aviso de peligro puede causar daños al operador o a la
máquina. No retirar las protecciones, no modifi car las máquinas o su funcionamiento.
A pesar de todo nuestro empeño, es posible que los avisos de peligro no sean exhaus-
tivos; solicitamos el favor del usuario, rogándole al mismo tiempo que se encargue él
mismo de prever las fuentes de peligro que tal vez no hemos tenido en cuente y que
nos las comunique.
Puesta en funcionamiento del aspirador
(fi g. 1-5-8 pág. 32-33-34)
El aparato ha sido construido según la nor ma ti va C.E.I. 62-5 2ª edición 1991, y debe
ser conectado eléctricamente de conformidad con las normativas C.E.I. 64-8 para
equipos de primera clase. La línea de alimentación debe ser protegida de los contactos
directos e indirectos así como de las sobrecargas de tensión y corriente cumpliendo
con las normativas C.E.I. 64-8. Con la apertura de la portezuela mediante el interruptor
de seguridad (part.13), se interrumpe el suministro de la corriente de alimentación y
la aspiración se detiene, ésta se reanudará cuando se cierre la portezuela.
Funcionamiento
(fi g. 1-3-5-7-8-9 pág. 32-33-34)
Una vez conectado el interruptor general a la línea de alimentación y el interruptor
del aparato (part. 9 - l = encendido / 0 = apagado), podrá iniciarse la aspiración.
Con la aspiración de los polvos, el material aspirado, a través del tubo de aspiración
(part. 8), pasa al saco-fi ltro (fi g. 3-7-9), con o sin carbones activos donde se deposita
el polvo, mientras que el aire prosigue hacia la unidad aspirante (part. 14) para ser
expulsada al exterior del aparato. El terminal del aspirador (part. 10-11), se coloca
a una distancia mínima de 30 cm por arriba de la boca (fi g. 4).
Operaciones principales de mantenimiento y limpieza
(fi g. 3-7-8 pág. 32-33-34)
• Peligro biológico, infecciones de enfermedades epidémicas.
• Señal genérica de peligro.
• Alta temperatura.
Para obtener el buen funcionamiento del aspirador, es necesario controlar pe rió di c-
a men te el enchufe y el cable de alimentación; si éste está pelado, podría resultar
peligroso.
Los fi ltros-saco del polvo (fi g. 3) o depósito de carbones activos (fi g. 7) deberán
sustituirse muy a menudo.
Una vez saturados, los carbones activos pierden su poder fi ltrante, por tanto será
necesario comportarse de forma prudente. Aconsejamos cambiar el depósito y los
carbones cada tres meses. Los carbones agotados deben entregarse para su rege-
neración o eliminación a empresas au to ri za das a realizar dichas operaciones*.
El fi ltro absoluto (fi g. 8 part. 4) deberá ser sustituido cada 6 meses aproximadamen-
te; con la saturación, el fi ltro pierde gradualmente su poder fi ltrante y disminuye al
mismo tiempo el caudal.
*
Para obtener la lista de las empresas dedicadas ofi cialmente a la eli mi na ción en su región.
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