Limpieza
La limpieza adecuada de su rociador es vital para mantener su mejor desempeño posible cada vez
que lo use. La pintura o el tinte seco actuarán como un pegamento y provocarán la adherencia de
las piezas móviles. La unidad también sufrirá daños si no limpia y lubrica correctamente el rociador.
La limpieza y lubricación del rociador inmediatamente después de utilizarlo ayudarán a prolongar su
vida útil y buen funcionamiento. Si ya terminó con el proyecto, o si no va a utilizar el rociador el resto
del día, es imprescindible limpiarlo y lubricarlo correctamente siguiendo las instrucciones. Nunca
almacene el rociador por más de 30 minutos sin limpiarlo, o la pintura/el tinte comenzarán a secarse y
provocarán problemas al rociar posteriormente.
1
Desenchufe la unidad. Vierta el material
sobrante en el envase original.
4
Enchufe la unidad. Apriete el gatillo y rocíe
en un segundo envase hasta que la solución
de limpieza que salga del rociador esté libre
de material.
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2
Llene a la mitad el recipiente con la solución
de limpieza adecuada según el tipo de
material que roció.
5
Desenchufe la unidad. Quite el envase y el
tubo del colador (o juego de tubo de succión,
si lo usó) y deseche adecuadamente el resto
de la solución.
3
Si usó el juego opcional del tubo de succión,
quite el tubo de succión del envase del
material y sumérjalo en un recipiente con
solución limpiadora, de acuerdo con el tipo
de material que roció.
6
Con el rociador desenchufado, desconecte la
punta rociadora y quite la válvula atomizadora.
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