Mensualmente:
Llevar la temperatura del agua a alrededor de 80-85 ° C con el fin de
suavizar las incrustaciones que se harán mas fácilmente eliminadas usando
el cepillo del haz de tubos. Cepillar completamente la chimenea y, en su
caso, utilizando una espátula de acero para eliminar los depósitos de
sólidos.
Anualmente:
Comprobación del tiro de la chimenea y la limpieza eventual
Verificación de los parámetros de combustión (de ajuste) que se registró en
el libro de mantenimiento de la caldera (a cargo del mantenedor).
Verificar el correcto funcionamiento de los sistemas de seguridad y
protección (a cargo del mantenedor)
Limpiar el interior de la rejilla de hierro fundido del quemador de las
incrustaciones formadas durante el funcionamiento normal de la temporada
de invierno.
Al final de la temporada para vaciar completamente la tolva de combustible
y límpielo de residuos que se han forman durante el normal funcionamiento
(serrín...).
Al final de la temporada cuando no se utilice más la calefacción, la caldera y
el sistema debe mantenerse completamente lleno de agua, efectuando una
limpieza completa de todas las partes y componentes y eventualmente
realizar la lubricación de los tubos y la cámara de combustión con aceite
mineral, o nafta ligera de modo que las superficies metálicas no se ven
afectadas por la humedad.
Abra la puerta frontal para facilitar la circulación del aire dentro de la caldera
y evitar la formación de condensado.
V.1 IMPORTANTE
Cualquier mantenimiento que pudieran necesitar los componentes eléctricos
(cables de alimentación, motor del sinfín, ventiladores, unidad de control
electrónico, etc.) y mecánicos (tornillos, reductores, engranajes, etc.) de la caldera,
debe llevarse a cabo únicamente por el fabricante o por un centro técnico
autorizado o cualificado profesionalmente al personal, las piezas de repuesto
deberán ser originales.
El incumplimiento de lo anterior puede comprometer la seguridad del equipo
e invalida el derecho a las condiciones de garantía.
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