ADVERTENCIA:
El CONTRAGOLPE ocurre cuando la cadena en
movimiento hace contacto con un objeto en la
parte superior de la punta de la barra, o cuando la
madera entra y pellizca la cadena de la sierra en
el punto de corte. El contacto de la parte superior
de la punta de la barra con la madera puede
causar que la cadena se clave en el material y
se detenga instantáneamente. El resultado es
una reacción súbita en dirección inversa, la cual
lanza la barra guía hacia arriba y hacia atrás, en
la dirección donde se encuentra el operador.
Si la cadena de la sierra se pellizca en el corte,
a lo largo de la parte superior de la barra guía,
puede causarse un rápido empuje de dicha barra
hacia atrás, en la dirección donde se encuentra
el operador. Cualquiera de estas dos reacciones
puede originar una pérdida de control, la cual a
su vez podría ser causa de lesiones serias.
No dependa exclusivamente de los dispositivos
de seguridad incorporados en la sierra. Como
usuario de una motosierra, debe tomar las
medidas necesarias para evitar accidentes y
lesiones en todos sus trabajos de corte. Consulte
el apartado Reglas de seguridad generales, donde
encontrará más información.
PRECAUCIONES RELACIONADAS
CON EL CONTRAGOLPE
Vea las figuras 14 y 15.
El contragolpe rotatorio ocurre cuando la cadena
en movimiento hace contacto con un objeto en la
zona de peligro de contragolpe de la barra guía. El
resultado es una reacción súbita en dirección inversa,
la cual lanza la barra guía hacia arriba y hacia atrás,
en la dirección donde se encuentra el operador. Esta
reacción súbita puede originar una pérdida de control,
la cual a su vez podría ser causa de lesiones serias.
PREPARACIÓN PARA EL CORTE
SUJECIÓN CORRECTA DE LOS
MANGOS
Vea la figura 16.
Consulte el apartado Reglas de seguridad generales,
donde encontrará información sobre el equipo de
seguridad adecuado.
FUNCIONAMIENTO
Página 17 — Español
FORMA CORRECTA DE
SUJECIÓN
FORMA INCORRECTA
ZONA DE PELIGRO
DE CONTRAGOLPE
Fig. 14
CONTRAGOLPE
ROTATORIO
Fig. 15
POSICIÓN CORRECTA
DE LAS MANOS
EN LOS MANGOS
DE SUJECIÓN
Fig. 16