Limpieza
La mascarilla (con arnés) es desechable y debe eliminarse si está muy
sucia. Si el interior de la mascarilla presenta un poco de suciedad, puede
limpiarse con un paño limpio y agua. No desmonte la mascarilla.
ADVERTENCIA
Siga siempre las instrucciones de limpieza. Algunos productos de
limpieza pueden dañar la mascarilla y sus piezas, alterar su
funcionamiento, o dejar vapores residuales nocivos.
PRECAUCIÓN
No exponga ninguna pieza de la mascarilla ni de los tubos a la luz
directa del sol, pues puede deteriorarlos.
Si se advierte algún signo de deterioro visible (como grietas,
pérdida del color, roturas, etc.) en algún componente de la
mascarilla, esta deberá ser desechada y sustituida por una nueva.
Deseche la mascarilla (y el arnés) si está muy sucia, en especial si
los orificios de ventilación están obstruidos.
Solución de problemas
Problema/causa posible
La mascarilla resulta incómoda
Las correas del arnés están demasiado
tensas.
Puede que la talla de la mascarilla no sea
la correcta.
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Solución
La membrana de la almohadilla está
diseñada para quedar inflada contra la cara
del paciente para que el sellado sea cómodo
y el arnés esté sometido a poca tensión.
Ajuste las correas tirando de ambos lados
por igual. Asegúrese de que las correas del
arnés no están demasiado tensas y de que
la almohadilla no está retorcida ni doblada.
Compruebe la talla del paciente con la
plantilla de tallas que hay en el embalaje de
la mascarilla.