ACTUALIZACIÓN DE LA FDA PARA EL
CONSUMIDOR
Actualización sobre teléfonos inalámbricos del Center for Devices and
Radiological Health (Centro de Dispositivos y Salud Radiológica) de la U.S.
Food and Drug Administration (Administración de Drogas y Alimentos de
Estados Unidos) para el consumidor
1. ¿Los teléfonos inalámbricos representan un peligro para la salud?
Los datos científicos disponibles no demuestran que exista algún problema de salud asociado al uso de
teléfonos inalámbricos. Sin embargo, no existen pruebas de que los teléfonos inalámbricos sean
absolutamente seguros. Los teléfonos inalámbricos emiten bajos niveles de energía de radiofrecuencia (RF) de
amplitud de microondas mientras se utilizan. Además, emiten niveles muy bajos de RF cuando se encuentran
en el modo de espera. Aunque los niveles altos de RF pueden producir efectos para la salud (al elevar la
temperatura del tejido), la exposición a bajos niveles de RF que no producen efectos de calentamiento no
ejerce ningún efecto adverso para la salud conocido. En varios estudios sobre la exposición a bajos niveles de
RF no se ha encontrado ningún efecto biológico. Algunos estudios han sugerido que se podrían producir
algunos efectos biológicos, pero estas conclusiones no han sido confirmadas por ninguna investigación
adicional. En algunos casos, otros investigadores han tenido dificultades para reproducir estos estudios o
para determinar los motivos de los resultados contradictorios.
2. ¿Cuál es el papel de la FDA con respecto a la seguridad de los teléfonos inalámbricos?
Según la ley, la FDA no verifica la seguridad de los productos de consumo emisores de radiación, como
los teléfonos, antes de su venta, como lo hace con los nuevos medicamentos o dispositivos médicos.
Sin embargo, el organismo tiene la autoridad para tomar medidas si se demuestra que los teléfonos
inalámbricos emiten energía de radiofrecuencia (RF) en un nivel peligroso para el usuario. En tal caso, la
FDA requerirá que los fabricantes de los teléfonos inalámbricos notifiquen a los usuarios sobre el peligro
para la salud y que reparen, reemplacen o retiren los teléfonos, de modo de eliminar el peligro. Aunque
los datos científicos existentes no justifican medidas reguladoras por parte de la FDA, esta última ha
instado a la industria de telefonía inalámbrica a seguir varios pasos que incluyen los siguientes:
• Apoyar la investigación necesaria sobre los posibles efectos biológicos de la RF del tipo emitido por
los teléfonos inalámbricos;
• Diseñar teléfonos inalámbricos de manera de minimizar cualquier exposición a la RF por parte del
usuario que no sea necesaria para la función del dispositivo;
y
• Cooperar entregando a los usuarios de teléfonos inalámbricos la mejor información posible sobre los
probables efectos del uso de los teléfonos inalámbricos en la salud humana.
La FDA pertenece a un grupo de trabajo interinstitucional de los organismos federales, que es
responsable por los diferentes aspectos de la seguridad de la RF, con el fin de garantizar la
coordinación de esfuerzos a nivel federal. Los siguientes organismos pertenecen a este grupo de
trabajo:
• National Institute for Occupational Safety and Health (Instituto Nacional de Seguridad y Salud
Ocupacionales)
• Environmental Protection Agency (Agencia de Protección Ambiental)
• Federal Communications Commission (Comisión Federal de Comunicaciones)
• Occupational Safety and Health Administration (Administración de Seguridad y Salud Ocupacionales)
• National Telecommunications and Information Administration (Administración Nacional de
Telecomunicaciones e Información)
Los National Institutes of Health (Institutos Nacionales de la Salud) también participan en algunas
actividades de los grupos de trabajo interinstitucionales. La FDA comparte las responsabilidades
reguladoras de los teléfonos inalámbricos con la Federal Communications Commission (FCC).
Todos los teléfonos vendidos en Estados Unidos deben cumplir con las pautas de seguridad de la FCC
que limitan la exposición a la RF. La FCC depende de la FDA y de otros organismos de salud para los
asuntos de seguridad sobre los teléfonos inalámbricos. La FCC además regula las estaciones de base
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de las cuales dependen las redes de teléfonos inalámbricos. Aunque estas estaciones de base
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funcionan con una potencia más alta que los mismos teléfonos inalámbricos, las exposiciones a la RF
proveniente de estas estaciones de base que reciben las personas en general son miles de veces más
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bajas que las que pueden recibir de los teléfonos inalámbricos. Las estaciones de base, por lo tanto, no
son tema de los asuntos de seguridad tratados en este documento.
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CONSUMIDOR
3. ¿Cuáles tipos de teléfonos son tema de esta actualización?
El término "teléfono inalámbrico" aquí alude a los teléfonos inalámbricos manuales con antenas
incorporadas, con frecuencia llamados teléfonos "celulares", "móviles" o "PCS".
Estos tipos de teléfonos inalámbricos pueden exponer al usuario a energía de radiofrecuencia (RF)
perceptible, debido a la corta distancia entre el teléfono y la cabeza del usuario. Estas exposiciones a la
RF están limitadas por las pautas de seguridad de la Federal Communications Commission que fueron
elaboradas con la asesoría de la FDA y otros organismos federales de salud y seguridad. Cuando el
teléfono está ubicado a distancias mayores con respecto al usuario, la exposición a la RF es
drásticamente más baja, porque la exposición a la RF de una persona disminuye con rapidez al
aumentar la distancia a la fuente. Los llamados "teléfonos inalámbricos", que tienen una unidad de base
conectada al cableado telefónico en una casa, comúnmente funcionan a niveles mucho menores de
potencia y por consiguiente, producen exposiciones a la RF muy por debajo de los límites de seguridad
de la FCC.
4. ¿Cuáles son los resultados de las investigaciones ya realizadas?
Las investigaciones hasta ahora realizadas han entregado resultados contradictorios y muchos estudios
han presentado fallas en sus métodos de investigación. Los experimentos con animales en que se han
investigado los efectos de las exposiciones a la energía de radiofrecuencia (RF), característica de los
teléfonos inalámbricos, han generado resultados contradictorios que con frecuencia no se pueden
repetir en otros laboratorios. Sin embargo, algunos estudios en animales han sugerido que los niveles
bajos de RF podrían acelerar el desarrollo de cáncer en los animales de laboratorio. No obstante,
muchos de los estudios que demostraron un aumento en el desarrollo de tumores utilizaron animales
que habían sido creados genéticamente o tratados con sustancias químicas que producen cáncer, de
modo que estaban predispuestos al desarrollo de cáncer en ausencia de la exposición a la RF. Otros
estudios exponían los animales a la RF hasta 22 horas por día. Estas condiciones no son similares a las
condiciones en que las personas utilizan los teléfonos inalámbricos, de modo que no sabemos con
certeza cuál es el significado de tales estudios para la salud humana. Desde diciembre de 2000, se han
publicado tres extensos estudios epidemiológicos. Entre ellos, los estudios investigaron cualquier
asociación posible entre el uso de teléfonos inalámbricos y cáncer cerebral primario, glioma,
meningioma o neuroma acústico, tumores del cerebro o glándulas salivales, leucemia u otros tipos de
cáncer. Ninguno de los estudios demostró la existencia de algún efecto nocivo para la salud provocado
por las exposiciones a la RF de los teléfonos inalámbricos. Sin embargo, ninguno de los estudios puede
responder las interrogantes sobre las exposiciones a largo plazo, puesto que en estos estudios, el
período promedio del uso del teléfono fue de alrededor de tres años.
5. ¿Qué investigación es necesaria para decidir si la exposición a la RF proveniente de los
teléfonos inalámbricos representa un riesgo para la salud?
Una combinación de estudios de laboratorio y de estudios epidemiológicos de personas que en efecto
usen teléfonos inalámbricos proporcionaría algunos de los datos necesarios. En algunos años se
podrían completar los estudios sobre la exposición realizados durante toda la vida de los animales. Sin
embargo, se necesitarían cantidades muy grandes de animales para entregar pruebas confiables de un
efecto generador de cáncer, si existiera alguno. Los estudios epidemiológicos pueden entregar datos
directamente aplicables a las poblaciones humanas, pero se podría necesitar un seguimiento de 10
años o más para proporcionar las respuestas acerca de algunos efectos en la salud, como el cáncer.
Esto se debe a que el intervalo entre el tiempo de exposición a un agente generador de cáncer y el
tiempo en que se desarrollan los tumores, si lo hacen, puede ser de muchísimos años. La interpretación
de los estudios epidemiológicos se ve obstaculizada por las dificultades para medir la exposición real a
la RF durante el uso cotidiano de los teléfonos inalámbricos. Muchos factores afectan esta medición,
como el ángulo en que se sostiene el teléfono o el modelo de teléfono que se usa.
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