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Sistema PremiLine 58
Ventana terminada
Mantenimiento
Para ventanas con perfiles blancos:
KÖRACLEAN extra
Para ventanas con perfiles en color:
KÖRACLEAN color
Edición I: 14 Febrero de 2018
Limpieza de perfiles de PVC
La suciedad ordinaria de los perfiles de ventana se puede limpiar fácilmente con
agua tibia y un poco de lavavajillas neutro. En ningún caso se deben usar
productos abrasivos ni disolventes.
Los perfiles muy sucios se pueden limpiar con productos Profine: Köraclean extra
(ventanas con perfiles blancos) y Köraclean color (ventanas con perfiles en
color).
Mantenimiento de juntas
También las juntas periféricas deben limpiarse regularmente de polvo y otros
depósitos. Si una junta debe ser extraída de su canal, puede remplazarse por
una junta equivalente en EPDM. Para evitar daños, no deben usarse objetos
punzantes.
Mantenimiento del herraje
En condiciones normales, los herrajes deben ser tratados, 1 o 2 veces al año,
con un aceite o grasa con resina y sin ácido. Pero en ambientes agresivos (como
por ejemplo, los ambientes salinos), se han de seguir las recomendaciones del
fabricante o proveedor de herraje.
El herraje puede ser reajustado. Este reajuste debe dejarse a los especialistas,
es decir, al proveedor de ventanas. Sólo él sabe exactamente qué hacer.
Limpieza de los cristales
El vidrio se limpia mejor con agua clara y caliente y una buena gamuza. Si se
aplica demasiada presión, las juntas pueden dejar marcas negras. Si es
necesario, se puede añadir al agua un poco de detergente neutro (sin abrasivos
ni disolventes).
Acristalamiento con aislamiento térmico
El acristalamiento de aislamiento térmico consiste en dos o más paneles de
vidrio. Entre ambos hay una cámara de aire seco o un gas especial. Los bordes
de estos paneles aislantes tienen un sellado especial que impide entradas de
aire y humedad.
Las propiedades aislantes son aportadas únicamente por el gas encerrado, que
tiene una baja conductividad térmica.
Con una nueva ventana de ahorro energético, el fenómeno de la condensación
no es un defecto de la misma. Significa que la calidad de la ventana y de su
instalación es buena. En este caso la calidad se mide por su valor U
(transmitancia térmica) y su hermeticidad.
La condensación es un fenómeno físico que no se puede evitar. Es la
consecuencia de una humedad relativa del aire elevada. Cuanto más caliente es
el aire más humedad puede absorber. Cuando baja la temperatura del ambiente,
el aire saturado de humedad se enfría y licúa sobre las superficies de menor
temperatura de la envolvente de una vivienda: por ejemplo, los vidrios (parte
exterior o interior).
Si antes no aparecía condensación y ahora sí, la causa es un exceso de agua
en el aire de la habitación consecuencia, por ejemplo, de ser obra nueva. Es
también un fenómeno más frecuente en los baños y las cocinas. La
condensación será más fácil de apreciar en el vidrio aunque se encuentre sobre
techos y paredes. La solución es la renovación de aire, dejando salir el aire
saturado de agua y dejando entrar el aire exterior más seco. Diez minutos con
las ventanas abiertas en paredes opuestas es una solución idónea que no
conlleva un pérdida excesiva de energía.
En condiciones normales, en una casa con un porcentaje de humedad superior
al 50% y una temperatura de 16 ºC, el riesgo de condensación es elevado. Si se
ha seleccionado un vidrio con valor U en consonancia con la perfilería y el resto
de la ventana, la condensación aparecerá sobre otros componentes: el techo, el
suelo, la pared...
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