límite físico de la evaporación del líquido presente en el tejido, que divide la capa esponjosa (SLN) y
compacta (CLN) de la necrosis (100ºC). El límite superior de temperatura de la capa esponjosa de la
necrosis coincide con la temperatura de inicio de la descomposición térmica de las proteínas y los
compuestos grasos en elementos químicos simples (550ºC, Fig. C). Por encima de la capa esponjosa
(SLN), se forma la capa carbonizada (carbono) de la necrosis (CaLN)[Carbon Layer of Necrosis, según
sus siglas en inglés], que es la capa de tejido quemado y carbonizado. La cualidad hemo-aero-linfo-
colestásis está determinada por la formación dinámica positiva de las capas compacta y esponjosa de
la necrosis o por el ratio de flujo de formación de la capa de carbono de la necrosis. Los parámetros
termo-físicos y geométricos del flujo de plasma del coagulador están optimizados, lo que asegura
que la hemo-aero-linfo-colestásis es alcanzada en cada tejido biológico y a cada velocidad de flujo
sanguíneo contrarrestado. La descarga de velocidad significante (sobre 200m/s) de gas caliente
desde la salida del coagulador crea condición en la superficie de la sección coagulada del tejido con
cuya coagulación las capas se forman directamente con su propio tejido, pero no de flujo
contrarrestado de líquido, por ejemplo, la entrada de sangre o linfa.
Un cambio en el tiempo de acción y distancia desde la salida del coagulador hacia la zona de
coagulación es el método universal de dosificación de la energía necesaria para la coagulación. Para
obtener coagulación segura, la distancia desde la salida del manipulador se encuentra dentro de los
límites entre 2 y 25mm.
En la práctica la hemo-aero-linfo-colestásis se puede lograr además sin
completar la formación de cambios térmicos en la región completa. El efecto de
¡ATENCIÓN!
coagulación comienza, por ejemplo, sin la formación de la capa de carbono de la
necrosis.
Coagulación parcial de las heridas de superficie
En un número de casos, cuando la entrada intensiva de líquido (por ejemplo, de sangre o linfa) desde
las capas profundas del tejido hacia la superficie no se produce, es necesaria la conducción parcial
secando la superficie en el régimen de coagulación parcial con el propósito de la evaporación final de
líquidos patológicos (por ejemplo, exudados) y obtener efecto esterilizante.
Para la obtención del efecto de secado parcial y cometidos superiores no hay necesidad de usar el
potencial completo de temperatura del flujo de aire-plasma (HPF). Es suficiente con asegurar el lugar
de contacto de la proyección de plasma con la temperatura del tejido en un rango de entre 1000ºC y
2000ºC. Las características del flujo de coagulación parcial se muestran en la ilustración.
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