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12. LIMPIEZA DE LA CALDERA
Antes de iniciar cualquier operación de mantenimiento es indispensable que la caldera esté en "OFF" y completamente fría.
Después, cortar la alimentación eléctrica que llega a la caldera, por medio de su interruptor posterior.
Nunca vaciar la instalación de agua, ni siquiera parcialmente, para evitar problemas de funcionamiento en la instalación.
Controlar periódicamente que el conducto y/o dispositivo de salida de humos se conserve en buen estado y funcione bien.
Si se efectúan trabajos u operaciones de mantenimiento en estructuras cercanas a los conductos de humos y/o dispositivos de
salida de humos y sus accesorios, apagar el aparato y una vez finalizados los trabajos, encargar a un profesional cualificado que
compruebe que su funcionamiento es correcto.
No limpiar la caldera y/o sus piezas con sustancias fácilmente inflamables (por ejemplo: gasolina, alcohol, etc.).
No dejar envases que contengan sustancias inflamables en el local donde esté instalada la caldera.
No limpiar la caldera cuando esté en funcionamiento.
Al finalizar la estación, es necesario que la caldera sea revisada por un profesional cualificado, para que la instalación se
mantenga eficiente.
Efectuar de forma precisa el mantenimiento ahorra costes e incrementa la seguridad, la presencia de hollín e incrustaciones en
las superficies de intercambio reduce la eficiencia de la caldera y no permite que esta siga proporcionando las prestaciones
declaradas. Si el cable de alimentación es dañado, debe ser sustituido por un servicio de asistencia técnica autorizado.
Limpieza diaria
Es necesario abrir la puerta de la cámara de combustión y eliminar completamente la ceniza depositada alrededor del
quemador, limpiar la salida humos, sacar la ceniza del cajón de ceniza(ver figuras) y limpiar los tubolizadores con la herramienta
incluida con la caldera.
Figura 12: Quemador
Figura 14:Cajón de ceniza.
Figura 13:Tubolizadores
Figura 15: Salida de humos.
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